Proporcionados por expertos que se graduaron durante la Gran Recesión y que tuvieron éxito a pesar de ello, estos seis consejos ayudarán a los universitarios a salir adelante.
La experiencia es la madre de la ciencia. ¿Quién mejor para ofrecer consejos a los flamantes graduados que los mentores de carrera y asesores financieros que se graduaron durante la última crisis económica y emergieron con carreras sólidas, buenos salarios y su cordura intacta? Estos son algunos consejos prácticos de cinco expertos que se graduaron en una época de caos y lograron sobrevivir.
ESTO ES DIFÍCIL, CUÍDATE
Cuando Lauren McGoodwin se graduó en 2009, Estados Unidos estaba en vías de eliminar 8.7 millones de empleos en un lapso de dos años. “Me gradué sin ninguna perspectiva y tuve que regresar a la casa de mis padres”, dice la fundadora y directora ejecutiva de Career Contessa. “Sentí esta extrema resaca de expectativas, pues había marcado todas las respuestas correctas y había hecho todas las cosas correctas, pero al final no estaba obteniendo lo que, en mi opinión, se me había prometido. Fui muy dura conmigo misma”.
Muestra compasión hacia ti mismo, dice McGoodwin, y asegúrate de cuidar tu bienestar emocional. Después de todo, nada puede dañar más tu confianza que una búsqueda de empleo en la que eres rechazado constantemente o de la que no vuelves a tener ninguna noticia. Concéntrate en construir un sistema de apoyo fuerte y realiza pequeñas tareas que te ayuden a sentir que tienes más control, como relacionarte con personas de tu área en la red de exalumnos de tu escuela y optimizar tu perfil de LinkedIn.
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ES POSIBLE QUE NO OBTENGAS EL TRABAJO DE TUS SUEÑOS… Y ESTÁ BIEN
Con millones de personas desempleadas o con licencias temporales, la competencia por un puesto, en caso de que alguna empresa esté contratando, será feroz. Por ello, tristemente, el primer empleo que tomes tras graduarte quizá no sea el puesto exacto que querías en tu industria preferida, pero eso no significa que estés perdiendo el tiempo.
“Quítate de la cabeza que tiene que ser un puesto perfecto. Puedes comenzar donde sea y, al final, llegarás a donde quieres estar”, dice la experta en el lugar de trabajo Lindsey Pollak, que aprendió sus habilidades de búsqueda de empleo mientras buscaba trabajo en la Ciudad de Nueva York después del 11/9. “Cualquier empleo puede enseñarte algo valioso para el avance de tu carrera”.
El planificador financiero de Denver Trent Porter es un ejemplo perfecto. Después de graduarse en 2008, aceptó un empleo a jornada parcial preparando declaraciones de impuestos, algo en lo que no tenía ningún interés, pero que le ayudaba a cubrir sus gastos. Sin embargo, esa experiencia no deseada le dio una ventaja por encima de otros planificadores financieros sin conocimientos profundos de fiscalidad, y la empresa para la que trabajó aún le envía clientes más de una década después.
“Mantente abierto a cualquier empleo que sea legal y obtendrás beneficios”, aconseja Erin Lowry, autora de Broke Millennial: Stop Scraping by and Get Your Financial Life Together (Milénico quebrado: deja de pasar apuros y arregla tu vida financiera, sin traducción al castellano), y graduada de la Universidad en 2011.
SELECCIONA TUS OBJETIVOS
Evita convertirte en uno de esos solicitantes que se anotan ciegamente a cientos de puestos en línea, generalmente con el mismo currículum y la misma carta de presentación, y que confían más en la cantidad que en la calidad para obtener un empleo. Es mejor que dediques un tiempo a investigar a la empresa que está contratando y que adaptes tu currículum y tu carta de presentación de manera que su lenguaje corresponda al de la oferta para el puesto que realmente quieres.
Si el puesto ofrecido requiere un tipo específico de habilidades técnicas o interpersonales que ya posees, destaca este hecho al inicio del documento y proporciona ejemplos de tu buen desempeño. “Los empleadores desean saber acerca de tus logros y no de tus responsabilidades”, afirma McGoodwin.
SUBSANA TUS CARENCIAS
Con pocas ofertas de trabajo a las cuales responder, en estos días, tu búsqueda de empleo quizá no ocupe todo tu tiempo y, con la distancia social, es probable que no estés reuniéndote con tus amigos, ni siquiera virtualmente, tanto como lo hacías antes. Dedica tiempo a adquirir cualquier habilidad profesional de la que carezcas.
Revisa varias listas de empleos, busca los puestos que deseas y recoge las habilidades o frases que se repiten con mayor frecuencia. Si hay algo en esta lista en la que tu experiencia es limitada o nula, por ejemplo, conocimientos sobre la fuerza de ventas, matricúlate en una clase en línea que te enseñe cómo usar esa habilidad. Esto hará que tengas mayores probabilidades de encontrar un empleo una vez que el mercado laboral vuelva a abrirse.
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SIGUE VIVIENDO COMO ESTUDIANTE
A diferencia de la época en la que estabas en la escuela, no habrá una infusión fresca de efectivo cada semestre, derivada de créditos estudiantiles o, para los afortunados, de mamá y papá. Por ello, aprovecha al máximo los ingresos que obtengas de cualquier trabajo que logres conseguir. La buena noticia: es probable que ya hayas estado viviendo con una cantidad modesta de dinero en la escuela, compartiendo espacio con compañeros de habitación y ahorrando lo que solías gastar en tus salidas desde que se inició el confinamiento. La mala noticia es que necesitarás seguir haciéndolo.
“El mejor consejo que me dieron cuando me gradué: gana dinero como profesional y gasta como universitario”, dice el planificador financiero de Filadelfia Robert Stromberg, de Mountain River Financial, que se graduó de la Universidad en 2009.
COMIENZA A AHORRAR PARA EL PRÓXIMO DÍA LLUVIOSO
Bien, la crisis económica impulsada por la pandemia se parece más a un huracán de categoría cinco, pero la idea es la misma: comienza a guardar para emergencias cualquier suma de dinero que obtengas en cualquier trabajo que puedas encontrar (a jornada parcial, como profesional independiente, o de manera remota), especialmente si has regresado con tu familia y si tus gastos ahora son bajos. Si esta experiencia nos ha enseñado algo, es que las crisis financieras pueden producirse en cualquier momento sin ninguna advertencia, y si tienes algún dinero para respaldarte, no solo tendrás una ayuda práctica cuando llegue la próxima tormenta, sino que también te sentirás bastante menos ansioso con respecto al dinero.
“Una de las mejores cosas que hice [después de graduarme] fue acumular un pequeño fondo de emergencias trabajando superduro en mi trabajo a jornada parcial”, dice Porter, fundador de Priority Financial Partners. “Saber que tenía dinero de respaldo me dio tranquilidad e hizo que mi búsqueda de empleo fuera más fácil”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek