En una cumbre diseñada a la medida del presidente estadounidense Donald Trump, los 32 países miembros de la OTAN se comprometieron a elevar su gasto en defensa hasta el 5 % del PIB para 2035, una decisión sin precedentes impulsada por la presión de Estados Unidos. Hasta ahora, el objetivo exigido era solo del 2 %, y 22 países ya lo habían alcanzado el año pasado.
¿QUÉ IMPLICA EL NUEVO COMPROMISO?
Este recurso que mete presión a los asociados de la OTAN es llegar a una meta del 5 % comprende dos componentes clave:
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3,5 % del PIB para el gasto militar directo, como sueldos, pensiones, operaciones, compra de armamento y mantenimiento.
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1,5 % adicional para infraestructura relacionada, innovación, ciberseguridad y preparación civil.
Los países deberán reportar anualmente el avance y habrá una revisión general en 2029 para ajustar el rumbo si es necesario.
VICTORIA PARA TRUMP… TENSIÓN EN LA DIPLOMACIA
“Es una gran victoria para todos”, declaró Trump, celebrando el acuerdo como un logro de su administración. El primer ministro canadiense, Mark Carney, también respaldó el pacto, confirmando que Canadá se sumará a este esfuerzo, aunque advirtió que el aumento podría impactar en sectores como salud y educación.
Sin embargo, los términos generaron tensiones. Trump criticó duramente a España por considerarla “injusta” con un gasto inferior al 5 %, y advirtió que el país podría enfrentar mayores restricciones comerciales. Francia también alertó sobre el riesgo de “guerras comerciales” internas si se sacrificaba la cooperación en favor de aumentos unilaterales.
ESPAÑA OBTIENE FLEXIBILIDAD A ÚLTIMA HORA
España logró negociar una excepción en el texto final, pasando de “nosotros nos comprometemos” a “los aliados se comprometen”, lo que le exime legalmente del objetivo del 5 % pese a que continuará elevando su inversión hasta el 2.1 % del PIB. Pedro Sánchez defendió que un gasto del 5 % resultaría “desproporcionado” y sin sentido, ya que podría recortar su modelo de bienestar .
RAZONAMIENTOS DE ALIADOS Y EL RETO EUROPEO
Los países del flanco oriental, especialmente Polonia y los Estados bálticos, respaldaron el objetivo aludiendo al crecimiento de las amenazas rusas. Rutte, secretario general, calificó este paso como un “salto cuántico” en defensa común europea. Por su parte, el presidente francés Emmanuel Macron recordó la necesidad de evitar rupturas comerciales internas que pudieran socavar la unión transatlántica.
¿QUÉ ESPERAR DE LA OTAN?
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Revisión intermedia en 2029 para ajustar el camino estratégico.
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Planes anuales detallados, donde cada país explicará cómo avanzará hacia el 5 %.
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Evaluación del impacto estratégico, especialmente por las amenazas globales, incluida Rusia.
BALANCE Y PERSPECTIVA
Esta iniciativa representa un giro radical respecto al tradicional compromiso de gasto del 2 % de PIB, hoy respaldado por 22 naciones. El reto reside ahora en equilibrar gasto militar y prioridades socioeconómicas. Como advierten economistas europeos, destinar más fondos a Defensa puede tensionar sistemas de salud y educación, y elevadas deudas podrían limitar la flexibilidad fiscal.
No obstante, la decisión refleja una evolución en la estrategia de seguridad de Europa y Canadá: la creciente presión de Trump aceleró un compromiso político reforzado, pero también ha provocado un debate sobre hasta qué punto los países deben arquitectar su propio camino frente a amenazas comunes.
Europa y Canadá han lanzado un mensaje de determinación en La Haya: afrontan un gasto militar sin precedentes para fortalecer la capacidad de disuasión y defensa colectiva, mientras ajustes y propuestas flexibles como la española alivian tensiones internas. La gran incógnita será cómo aquel pacto se materializa en realidades nacionales sin desgastar el respaldo público. N
(Con información de agencias)