Un ataque armado frente al Museo Judío de Washington, D. C. dejó como saldo la muerte de dos miembros del personal de la embajada de Israel en Estados Unidos, en lo que las autoridades califican como un acto directo, planificado y motivado por antisemitismo. El incidente ocurrió la noche del miércoles, durante un evento organizado por el American Jewish Committee (AJC), al que asistían jóvenes profesionales y diplomáticos.
De acuerdo con la jefa de la policía metropolitana, Pamela Smith, el agresor, identificado como Elías Rodríguez, de 30 años y originario de Chicago, fue observado merodeando los alrededores del museo antes de abrir fuego contra un grupo de personas. Tras disparar, el atacante ingresó al museo, donde fue inicialmente confundido con una víctima y recibió ayuda de asistentes al evento. Al ser detenido, gritó “¡Palestina libre!”, confirmando las sospechas de un móvil ideológico.
Las víctimas fueron identificadas como Yaron Lischinsky, de nacionalidad israelí y alemana, y Sarah Lynn Milgrim, una pareja joven que, según el embajador israelí Yechiel Leiter, planeaba casarse en Jerusalén en los próximos días. “El joven acababa de comprar un anillo para proponerle matrimonio”, detalló el diplomático visiblemente afectado.
El presidente de Israel, Isaac Herzog, condenó el crimen, asegurando que “el terrorismo y el odio no nos quebrarán”. Desde Estados Unidos, el presidente Donald Trump calificó los asesinatos como “horribles” y “motivados claramente por antisemitismo”, mientras que su secretario de Estado, Marco Rubio, prometió justicia: “Este acto cobarde y antisemita no quedará impune”.
CONDENA INTERNACIONAL CONTRA EL ATAQUE
Por su parte, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ordenó reforzar la seguridad de todas las misiones diplomáticas de Israel en el mundo, denunciando que este atentado fue alimentado por una “salvaje incitación” contra el Estado hebreo. El canciller Gideon Saar fue más allá al culpar directamente a líderes europeos por lo que calificó como una retórica antisemita.
“Esa incitación también es responsabilidad de gobiernos y organizaciones internacionales, en especial en Europa”.
El ataque ha sido condenado internacionalmente. Gobiernos como los de Alemania, España, Reino Unido, Francia e Italia se manifestaron con firmeza, al igual que la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, quien declaró que “no hay lugar en nuestras sociedades para el extremismo y el odio”.
El Museo Judío, ubicado a tan solo kilómetro y medio de la Casa Blanca, fue acordonado por las autoridades tras el tiroteo. La escena fue descrita por testigos como “caótica” y “conmocionante”. El evento de AJC, que tenía como objetivo fortalecer vínculos entre comunidades diplomáticas, se transformó en un escenario de violencia que ha estremecido a la capital estadounidense.
El embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, advirtió que “herir a diplomáticos y atacar a la comunidad judía es cruzar una línea roja”, calificando lo ocurrido como un acto de terrorismo antisemita.
La investigación continúa, y las autoridades locales han prometido acciones inmediatas para garantizar la seguridad de la comunidad judía y esclarecer a fondo las motivaciones detrás del ataque. N
(Con información de AFP)