Un altar teotihuacano de más de 1,500 años fue recientemente descubierto en la antigua ciudad maya de Tikal, ubicada en el norte de Guatemala, lo que representa una prueba contundente de los vínculos culturales entre Teotihuacán (México) y la civilización maya.
El hallazgo fue anunciado este lunes por un grupo de arqueólogos del Proyecto Arqueológico del Sur de Tikal, quienes detallaron que el altar fue elaborado entre los años 400 y 450 d.C., durante el periodo Clásico maya, y fue hallado en una residencia de élite dentro del principal sitio arqueológico de Guatemala, en el departamento de Petén, zona fronteriza con México.
UNA ESTRUCTURA CON CLARA INFLUENCIA TEOTIHUACANA
El altar ceremonial, de forma rectangular, mide aproximadamente 1.1 metros de alto por 1.8 metros de ancho y está construido con tierra y estuco. En su diseño destacan elementos iconográficos propios de Teotihuacán, como un rostro pintado con un tocado de borlas, collares y detalles estilísticos que remiten a la “diosa de la tormenta”, una figura importante del panteón teotihuacano.
“Tiene elementos que claramente no son locales. Es lo interesante del altar: refleja la profunda influencia del centro de México en esta región”, explicó la arqueóloga Lorena Paiz, quien lidera el análisis del descubrimiento.
¿ARTISTA MAYA O TEOTIHUACANO?
Según el arqueólogo Edwin Román, este descubrimiento podría ser la prueba más fuerte hasta ahora de la presencia o fuerte influencia teotihuacana en Tikal:
“No sabemos si el autor fue un artista teotihuacano o un maya que aprendió en Teotihuacán. Pero el nivel de detalle indica que era alguien con gran conocimiento de esa cultura.”
LiDAR: UNA CLAVE PARA EL HALLAZGO
El complejo habitacional donde se ubicó el altar fue identificado en 2019 gracias a tecnología LiDAR, un sistema de detección aérea con pulsos láser que permite penetrar la densa vegetación y mapear estructuras ocultas bajo la selva guatemalteca. Así lo explicó Ana Claudia Monzón, representante del Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala.

OTRO PUENTE CULTURAL DE MÉXICO Y GUATEMALA
Este nuevo descubrimiento reafirma que Tikal y Teotihuacán, a pesar de estar separadas por más de 1.300 kilómetros, mantuvieron estrechos vínculos políticos, comerciales y religiosos entre los años 300 y 500 d.C.
Tikal fue una de las ciudades más importantes del mundo maya, con gran influencia entre los años 250 y 900 d.C., mientras que Teotihuacán —famosa por las pirámides del Sol y la Luna— vivió su apogeo entre los años 100 y 600 d.C.. Ambas culturas florecieron en lo que hoy conocemos como México y Guatemala, dos países ricos en patrimonio arqueológico y cultural.
¿QUÉ IMPACTO TIENE ESTE HALLAZGO?
Este tipo de descubrimientos fortalece la teoría de que existieron alianzas, migraciones y fusiones culturales entre las grandes civilizaciones prehispánicas de Mesoamérica. El altar hallado en Tikal no solo es una pieza artística excepcional, sino también una ventana al pasado que revela la complejidad de las relaciones entre pueblos ancestrales. N
(Con información de AFP)