Las autoridades ucranianas trabajan contra reloj para sellar un gran agujero en la coraza protectora del reactor 4 de la central nuclear de Chernóbil, provocado por un ataque ruso.
El 14 de febrero, un dron perforó la estructura del “Nuevo Confinamiento Seguro” (NSC, por sus siglas en inglés), generando un incendio que arrasó el techo y solo pudo ser extinguido el 7 de marzo, tres semanas después.
DAÑOS EN LA CUBIERTA DE CHERNÓBIL: UN DESAFÍO TÉCNICO
Según Hryhoriy Ishchenko, jefe de la agencia estatal de Ucrania encargada de la zona de exclusión, la prioridad es cerrar el agujero de 15 metros cuadrados y reparar más de 200 perforaciones provocadas por las labores de extinción, reporta DW.
En los próximos días, expertos de distintos institutos evaluarán la estructura, con el objetivo de ofrecer recomendaciones preliminares dentro de un mes.
El NSC, inaugurado en 2019 tras una inversión internacional de 1,500 millones de euros, cubre el sarcófago original de 1986 y fue diseñado para contener la radiación. Ahora, se teme que los daños sufridos comprometan esta función.

¿EXISTE RIESGO DE FUGA RADIOACTIVA?
Los expertos aseguran que la pérdida de presión dentro del NSC no representa un peligro inmediato, pero la situación sigue siendo delicada.
Dmytro Humeniuk, del Centro Estatal Científico-Técnico de Seguridad Nuclear y Radiológica de Ucrania, advierte que el sarcófago original está en condiciones críticas:
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18 soportes internos están deteriorados
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Uno de los tres pilares principales podría colapsar en cualquier momento
Si esto sucede, se podría liberar polvo radiactivo, aumentando el riesgo de contaminación.
A pesar de la preocupación, los especialistas insisten en que no hay necesidad de almacenar tabletas de yodo ni prepararse para una evacuación.
DESAFÍOS EN LA REPARACIÓN DEL NSC
Humeniuk explica que el NSC fue ensamblado a distancia y deslizado sobre rieles hasta su posición actual, pero estos rieles ya no están disponibles. Las condiciones de radiación impiden reparaciones convencionales en el sitio.
Jan Vande Putte, de Greenpeace Ucrania, sugiere que la única solución viable sería reinstalar la estructura sobre rieles para facilitar una reparación segura. Sin embargo, el costo y la viabilidad del proyecto siguen siendo inciertos.
Este ataque no solo representa una amenaza ambiental, sino que también pone en riesgo años de esfuerzo e inversión internacional para la seguridad nuclear en Chernóbil. N