La marcha del 8 de marzo en Durango, convocada por mujeres para exigir justicia ante la violencia feminicida, tomó un giro inesperado cuando el grito de “fuimos todas” se convirtió en un reclamo que se trasladó a actos vandálicos.
Cientos de mujeres, desde niñas hasta adultas, se reunieron para visibilizar la violencia de género que afecta al estado. Vestidas de color morado, llevando carteles, exigieron a las autoridades detener a los feminicidas y no seguir prolongando la despenalización del aborto.
Durante su recorrido por la avenida 20 de Noviembre, la marcha mantuvo un tono pacífico en un principio, evitando pintar o dañar propiedad privada, incluso pasando por sitios como el “Monte de Piedad”, donde se habían colocado vallas para evitar cualquier daño.
Al llegar al Cabildo en la calle Victoria, las manifestantes colocaron los nombres de mujeres víctimas de feminicidio, con el propósito de recordar que estos hechos siguen ocurriendo de manera recurrente en Durango.
Fue en la tienda Coppel , donde la manifestación tomó un giro violento. En este punto, el “bloque negro” que acompañaba a las manifestantes derribó las vallas de la tienda y, con martillos y piedras, rompió los vidrios, además de prender fuego a una de sus puertas laterales. El acto de protesta ocurrió tras el feminicidio de Eva Liliana, registrado en 2024 en ese mismo establecimiento.
La protesta continuó hasta la plaza IV Centenario, donde las manifestantes levantaron la “Anti Monumenta”, mientras que los actos de destrucción se extendían al Congreso del Estado y el Poder Judicial.
En el Congreso, un grupo logró prender fuego a una de las puertas, lo que resultó en la quema parcial de una oficina del Oficial Mayor.
Elementos de Protección Civil, incluidos algunos bomberos mujeres, acudieron al lugar para sofocar el incendio que provocó una cortina de humo negro que se extendió rápidamente por calle 5 de febrero. Un elemento de PC resultó con intoxicación al abatir el fuego.
Minutos después de controlar el siniestro, la Policía Estatal detectó la falta de una mujer policía, lo que llevó a los rescatistas a regresar al recinto. En el baño fue localizada la mujer, con dificultades para respirar y quemaduras en brazos y piernas, atendida por paramédicos de la Cruz Roja y trasladada a un hospital local.
A pesar de los disturbios, las mujeres policías y bomberas se mantuvieron al margen, sin intervenir en la protesta, tal como se había acordado previamente por las autoridades municipales y estatales.
Hasta el cierre de esta nota, no se registró ninguna detención por estos hechos ocurridos durante la marcha del 8M en Durango.