Desde que los talibanes volvieron al poder en Afganistán, en 2021, promulgaron una serie de leyes inspiradas en su visión ultrarrigorista del islam, que excluyen a las mujeres progresivamente del espacio público. Esta semana, el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) solicitó órdenes de detención contra altos dirigentes talibanes del país por persecución de las mujeres afganas, un crimen contra la humanidad.
Si bien el gobierno talibán asegura que la ley islámica “garantiza” los derechos de ambos géneros: masculino y femenino; la Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera que puso en marcha un “apartheid de género”.
En contexto, el apartheid fue un sistema de segregación racial institucionalizado en Sudáfrica entre 1948 y 1994. Bajo este régimen, el gobierno, dominado por la minoría blanca, impuso leyes que discriminaban a la población negra y a otros grupos no blancos, y restringió sus derechos políticos, económicos y sociales; una situación similar a la que hoy viven las mujeres afganas.
LA EDUCACIÓN ES SOLO UN DESEO PARA LAS MUJERES AFGANAS BAJO EL RÉGIMEN DE LOS TALIBANES
Afganistán es el único país del mundo que prohíbe a las niñas estudiar más allá de la escuela primaria. En el año escolar 2022 prohibieron a los adolescentes asistir a la secundaria, antes de impedirles que fueran a la universidad al año siguiente. Expulsadas de las facultades, muchas estudiantes optaron por el último sector al que podían acceder: las escuelas de enfermeras y parteras.
Pero en diciembre pasado los responsables de escuelas de Ciencias de la salud informaron a AFP que sus establecimientos ya no podrán acoger a más mujeres por orden del guía supremo, Hibatulá Akhundzada. Este dirigente es objeto de una de las dos órdenes de detención solicitadas por el fiscal del CPI el jueves.
ADIÓS AL TRABAJO Y A SUS VOCES
En tres años la tasa de empleo de las mujeres en el servicio público pasó del 26 por cinro “a cero”, según la ONU. Si bien muchas emprendedoras crearon negocios —sobre todas pequeñas empresas de costura o servicios de catering—, los salones de belleza fueron cerrados, privando de trabajo a peluqueras, manicuras y cosmetólogas.
A finales de diciembre, el ministerio de Economía afgano reiteró a las oenegés nacionales e internacionales que no pueden trabajar con mujeres, después de un primer anuncio en diciembre de 2022.
En virtud de las nuevas leyes para “prevenir el vicio y promover la virtud” decretadas hace tres años, las mujeres afganas ya no pueden ir a los parques, a los gimnasios, ni salir prácticamente de sus casas sin acompañante masculino.
Se les prohíbe cantar o declamar poesía. Una ley anunciada a finales de julio las incita también a ocultar su voz y sus cuerpos fuera de casa. Incluso algunas emisoras de radio y televisión locales ya dejaron de emitir voces femeninas.
El Ministerio de Asuntos de la Mujer fue eliminado y sus locales se convirtieron en los del Ministerio de Prevención del Vicio y Promoción de la Virtud, en cargo de vigilar si se respetan las tradiciones talibanas.
MUJERES AFGANAS: LA VESTIMENTA DE NIÑAS, ADOLESCENTES Y ADULTAS DICTADA POR LOS TALIBANES
En cuanto al código de vestimenta, según Amnistía Internacional, las mujeres han sido sometidas a una normativa extrema. Las mujeres deben estar cubiertas desde la cabeza hasta los pies. Aquellas que se atreven a desafiar las reglas impuestas por los talibanes o que no están acompañadas por su mahram (hombre encargado de velar por el “honor” de una mujer) se enfrentan a castigos como azotes, palizas y abusos verbales.
“Incluso actos aparentemente inofensivos, como mostrar los tobillos, pueden ser castigados”, apunta la organización.
El uso de zapatos de tacón también se prohibió. Esto bajo la premisa de que podrían producir un sonido al caminar que sería escuchado por los hombres y causarles perdición. La elección de pantalones acampanados también está vedada, incluso si estos quedan ocultos bajo el burka.
De acuerdo con el sitio Why Islam, lanzado en 1999 por voluntarios asociados con el Círculo Islámico de Norteamérica (ICNA), la burka se vuelva una obligación cuando las jóvenes llegan a la pubertad.
“Las niñas no llevan velo. Hasta los seis o siete años, llevan faldas y blusas de colores vivos y, a veces, un pequeño velo de color pastel. Desde los siete hasta los 12 años, la mayoría de las niñas llevan un velo blanco o negro. Cuando las niñas tienen entre 13 y 15 años, suele ser el momento de llevar burka”, explica por su parte la Fundación del Premio de los Niños del Mundo. N
(Con información de AFP)