El conejo de cola de algodón Omiltemi, una especie perdida para la ciencia desde 1904, fue redescubierta en las montañas de la Sierra Madre del Sur en México. El esquivo mamífero de tonalidades café fue avistado por un equipo dirigido por José Alberto Almazán-Catalán, presidente del Instituto para el Manejo y Conservación de la Biodiversidad (Inmacob).
El animal de orejas pequeñas fue captado saltando por las cámaras trampa, “sin saber que llevaba perdido mucho tiempo”. El conejo de cola de algodón de Omiltemi es una especie de nicho que se encuentra exclusivamente en bosques de coníferas de gran altitud, que lo hace particularmente vulnerable a la pérdida de hábitat y a la actividad humana.
Este hallazgo proporciona datos cruciales para que los conservacionistas comprendan el papel ecológico de la especie y creen estrategias para garantizar su supervivencia.
“El solo hecho de saber que han pasado más de 100 años y que ningún otro científico había visto un conejo [Omiltemi] vivo es increíble. Es totalmente diferente del conejo común y me quedé completamente sorprendido y muy feliz de haber tenido la oportunidad de ver uno”, afirmó Almazán-Catalán en un comunicado.
A pesar de su nombre, no tiene la cola blanca y esponjosa típica de los conejos de de algodón; en cambio, tiene una cola corta y negra. El conejo es más pequeño que otros de la zona, con orejas más cortas y un color de pelaje distinto.
UNA ESPECIE DE CONEJO “DESAPARECIDA”, PERO QUE UBICABAN LOS HABITANTES DE LA ZONA
El equipo de Almazán-Catalán comenzó su búsqueda en 2019, centrándose inicialmente en las zonas donde el conejo fue documentado por primera vez por el naturalista Edward William Nelson, en 1904. Aunque los bosques cerca de Chilpancingo, Guerrero, no arrojaron resultados, el equipo se trasladó a zonas de gran altitud más remotas.
Con la ayuda de cazadores locales, entrevistas y cámaras trampa, confirmaron avistamientos en siete de los diez lugares seleccionados. A pesar de que los científicos perdieron el rastro del conejo durante más de un siglo, los lugareños estaban muy conscientes de su existencia y algunas comunidades incluso dependían de la especie como fuente regular de alimento.
“Todavía necesitamos saber más sobre la historia natural de esta especie; especialmente información sobre lo que hace entre enero y junio, que es su época reproductiva y cuando se han registrado los mayores números de la especie”, agregó el presidente de Inmacob.
El equipo de la expedición ha logrado 80 por ciento de sus objetivos, pero reconoce que todavía queda mucho por aprender. Los investigadores pretenden estudiar el comportamiento reproductivo del conejo, el tamaño de su población y su papel ecológico. Las medidas de conservación requerirán la colaboración de los residentes locales, las autoridades y organizaciones ambientales como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).
Actualmente, la Reserva de la Biosfera Sierra Tecuani, en el estado de Guerrero, se superpone al hábitat del conejo, pero no existen protecciones específicas para la especie. Se están realizando esfuerzos para diseñar estrategias de conservación que aseguren la supervivencia del conejo de cola de algodón de Omiltemi para las generaciones futuras. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)