El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha calificado a México como un “territorio muy peligroso”, alegando que está bajo la influencia de cárteles de la droga. Durante una reciente conferencia de prensa desde Florida, Trump expresó su preocupación por la falta de acción del gobierno mexicano en la lucha contra el tráfico de drogas hacia EE.UU.
“Los cárteles tienen un control significativo en México. Es crucial que se tomen medidas efectivas, ya que la situación es crítica”, afirmó. Trump también advirtió que, si México no logra frenar el ingreso ilegal de personas a su país, se vería obligado a imponer aranceles a los productos mexicanos.
Trump quiere declarar a los cárteles mexicanos como “organizaciones terroristas.”
En un mensaje contundente, el presidente electo mencionó que, al asumir el cargo el 20 de enero, podría considerar declarar a los cárteles como “organizaciones terroristas”. Además, reafirmó su compromiso de continuar la construcción del muro fronterizo y no descartó la posibilidad de utilizar al Ejército para abordar la migración indocumentada.
Trump había mencionado anteriormente que el gobierno mexicano está “amedrentado” por los cárteles, sugiriendo que estos podrían desestabilizar al presidente en funciones en un abrir y cerrar de ojos.
Trump propuso cambiar el nombre del Golfo de México a “Golfo de América.”
Por último, Trump propuso cambiar el nombre del Golfo de México a “Golfo de América”, como parte de sus planes para redefinir la relación entre ambos países y abordar la crisis que él percibe.
Eso no implicaría la necesidad de modificar ninguna ley ni tomar acciones similares.
En caso de que deseara impulsar alguna iniciativa en el Congreso, donde los republicanos mantienen mayoría en ambas cámaras, las resoluciones no vinculantes son aprobadas en cada sesión. ¿Por qué no considerar una propuesta que formalice el “Golfo de América”?
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Es importante señalar que el Golfo de México es un cuerpo de agua internacional, lo que significa que ningún país posee derechos exclusivos sobre él.
La manera más clara de entenderlo es que, cuando un cuerpo de agua internacional limita con la costa de un país, esa nación es responsable de gestionar la parte que le corresponde. N
Con información de Animal Político.
