¿Qué desayunaste esta mañana? Quizá te diste el capricho de una fritura con todas las guarniciones, o quizás optaste por un “saludable” yogur de frutas, un cereal o un pan tostado. Bueno, según una nueva investigación, esta clase de desayuno puede acelerar el envejecimiento biológico.
Países como Estados Unidos, el Reino Unido, España y México ocupan los primeros lugares en el consumo de alimentos ultraprocesados. Estos incluyen bocadillos envasados, bebidas carbonatadas, fideos instantáneos, comidas preparadas y la mayoría de los productos que contienen una larga lista de ingredientes, conservantes, emulsificantes, edulcorantes y saborizantes artificiales irreconocibles.
Numerosos estudios vinculan los alimentos ultraprocesados a un mayor riesgo de padecer diversas enfermedades, incluidos padecimientos cardiacos, diabetes y cáncer de intestino, además de obesidad. Ahora, las investigaciones sugieren que también pueden hacernos envejecer más rápido.
Cuando pensamos en envejecer, la mayoría de nosotros meditamos en la cantidad de años que llevamos vivos. Esto se conoce como nuestra edad cronológica. Sin embargo, también tenemos una segunda edad: nuestra edad biológica. Esto es la disminución gradual de la eficiencia y funcionalidad de las células y tejidos de nuestro cuerpo. Y, a diferencia de la edad cronológica, se puede acelerar, ralentizar e incluso revertir.
¿CÓMO SE INVESTIGÓ EN EFECTO DEL DESAYUNO EN EL ENVEJECIMIENTO?
Para explorar cómo esta edad biológica podría verse influenciada por lo que comemos, investigadores del Instituto Científico de Investigación, Hospitalización y Atención Médica (IRCCS) de Italia, en colaboración con la Universidad LUM de Casamassima, analizaron datos de más de 22,000 participantes.
Los datos incluyeron cuestionarios alimentarios detallados, así como análisis de más de 30 moléculas diferentes en la sangre que se sabe que representan nuestra edad biológica. Encontraron que las personas que comían más alimentos ultraprocesados generalmente tenían una edad biológica mayor que la cronológica. En otras palabras, comer alimentos ultraprocesados se asoció con una aceleración significativa del envejecimiento biológico.
“Nuestros datos muestran que un alto consumo de alimentos ultraprocesados no solo tiene un impacto negativo en la salud en general, sino que también podría acelerar el envejecimiento, lo que sugiere una conexión que va más allá de la mala calidad nutricional de estos alimentos”, afirmó en un comunicado Simona Esposito, investigadora de la Unidad de Investigación de Epidemiología y Prevención del Instituto Científico de Investigación, Hospitalización y Atención Médica de Italia y principal autora de la investigación.
Sin embargo, los mecanismos exactos detrás de estas asociaciones aún no están claros. “Además de ser nutricionalmente inadecuados, excesivos en azúcares, sal y grasas saturadas o trans, estos alimentos sufren un intenso procesamiento industrial que altera su matriz alimenticia, con la consiguiente pérdida de nutrientes y fibra”, explica la coautora Marialaura Bonaccio, epidemióloga nutricional del instituto.
PAN, YOGURES Y CEREALES NO SON SANOS SI SON ULTRAPROCESADOS
“Esto puede tener consecuencias importantes para una serie de funciones fisiológicas, incluido el metabolismo de la glucosa, así como la composición y funcionalidad del microbiota intestinal. Además, estos productos suelen estar envueltos en envases de plástico, convirtiéndose así en vehículos de sustancias tóxicas para el organismo”, añade la experta.
Es importante señalar aquí que los alimentos ultraprocesados no solo incluyen los refrescos de colores brillantes y las carnes frías que tendemos a asociar con la palabra. De hecho, los investigadores dijeron que productos aparentemente “inofensivos”, como el pan empacado, el yogur de frutas y muchos cereales de desayuno endulzados, también se asociaron con esta aceleración del envejecimiento biológico.
“Algunos alimentos envasados ricos en nutrientes pueden clasificarse como ultraprocesados, y esto sugiere la necesidad de guiar a las personas hacia elecciones dietéticas que aborden también el grado de procesamiento de los alimentos”, dijo la coautora Licia Iacoviello, directora de la Unidad de Investigación de Epidemiología y Prevención en el IRCCS Neuromed y profesora titular de Salud en la LUM de Casamassima. “Este estudio nos impulsa una vez más a reevaluar las recomendaciones dietéticas actuales”. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)