La zona este de Tijuana enfrenta desafíos significativos en el rubro de la educación, que abarcan desde la carencia de servicios básicos hasta la insuficiencia de personal docente. Estas problemáticas afectan directamente la calidad de la educación que reciben miles de estudiantes en esta región.
Uno de los problemas más apremiantes es la falta de infraestructura educativa. en un reportaje para el Sol de Tijuana, Luis Manuel Córdova Román, jefe de Educación Primaria Federal del Sector 7, se requieren al menos seis nuevas escuelas en la zona este para atender la creciente demanda de estudiantes. Cada año, entre 700 y 800 alumnos buscan espacio en las instituciones educativas de esta área, lo que resulta en salones saturados y condiciones de hacinamiento que dificultan el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Falta de personal docente
La falta de personal docente agrava esta situación. Padres de familia han denunciado la ausencia de maestros en diversas escuelas de la zona, lo que ha llevado a protestas y a la toma de instalaciones educativas. Por ejemplo, en octubre de 2024, padres de las escuelas primarias Calpulli y Vicente Suárez tomaron las oficinas de la Secretaría de Educación en Tijuana para exigir la asignación de maestros, ya que sus hijos llevaban semanas sin clases, como se hace saber en el medio de comunicación Punto Norte.
Esta carencia de docentes no solo interrumpe la continuidad educativa, sino que también afecta el desarrollo académico y emocional de los estudiantes.
La falta de servicios básicos en las escuelas es otro desafío crítico. Muchas instituciones carecen de agua potable, electricidad y sanitarios en condiciones adecuadas. Además, las vías de acceso a las escuelas están en mal estado, lo que se agrava durante la temporada de lluvias, dificultando el acceso de estudiantes y personal educativo. La pavimentación deficiente y la falta de banquetas seguras no solo representan un obstáculo para la asistencia regular, sino que también ponen en riesgo la seguridad de la comunidad escolar.
La creciente migración y expansión urbana en Tijuana contribuyen a estos problemas
La ciudad experimenta un crecimiento demográfico acelerado, especialmente en la zona este, donde se asientan familias provenientes de otras regiones del país y del extranjero. Este aumento poblacional genera una demanda constante de espacios educativos que las autoridades no han logrado satisfacer plenamente.
La falta de planeación y coordinación entre las autoridades educativas y las desarrolladoras inmobiliarias también es un factor determinante. Nuevos fraccionamientos se construyen sin prever la infraestructura educativa necesaria, lo que resulta en una sobrecarga de las escuelas existentes y en la necesidad de que los estudiantes se desplacen largas distancias para recibir educación. Esta situación no solo afecta el rendimiento académico, sino que también incrementa la deserción escolar.
La insuficiencia de recursos financieros destinados al mantenimiento y mejora de las instalaciones escolares es otra problemática
Muchas escuelas operan con presupuestos limitados, lo que impide la reparación de daños en la infraestructura y la adquisición de materiales didácticos esenciales. Esta falta de inversión perpetúa un ciclo de deterioro que afecta la calidad educativa.
Para abordar estas problemáticas, es fundamental que las autoridades implementen una planeación estratégica integral que considere el crecimiento demográfico y las necesidades específicas de la zona este de Tijuana. La construcción de nuevas escuelas, la asignación adecuada de personal docente y la mejora de los servicios básicos son acciones esenciales para garantizar una educación de calidad. Además, es crucial fomentar la participación comunitaria y establecer mecanismos de rendición de cuentas para asegurar que los recursos se utilicen de manera efectiva y transparente.
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Las escuelas de la zona este de Tijuana enfrentan múltiples desafíos que requieren una atención urgente y coordinada. Solo a través de esfuerzos conjuntos entre autoridades, comunidad y sector privado se podrá garantizar el derecho a una educación digna y de calidad para todos los estudiantes de esta región. N