Estados Unidos elige este martes 5 de noviembre si convierte a Kamala Harris en la primera mujer presidenta o da las llaves de la Casa Blanca por segunda vez a Donald Trump, en medio de una gran incertidumbre que tiene al planeta en vilo.
La reñida carrera entre la vicepresidenta demócrata y el expresidente republicano está por finalizar pero se ignora si se tardará horas o días en conocer quién ganó.
“Tenemos una oportunidad en estas elecciones de finalmente pasar página a una década de política guiada por el miedo y la división. Estamos hartos”, dijo Kamala Harris en su último mitin, en Pensilvania, donde insistió en que “cada voto cuenta”.
Los centros de votación abrieron a las 06:00 hora local (11H00 GMT) en la costa este de Estados Unidos. Más de 80 millones de personas ya sufragaron anticipadamente.
Hasta el momento no hay un favorito. Están empatados en las encuestas en siete estados en los que se decidirá el vencedor. El resto suelen dividirse entre los tradicionalmente demócratas o republicanos.
¿DÓNDE CELEBRARÁN SU VICTORIA HARRIS Y TRUMP?
Con un programa electoral vago pero centrista para intentar captar a los republicanos moderados, Harris propone firmeza frente a la inmigración ilegal, mejoras para la clase media y la defensa del derecho al aborto.
Trump es candidato a la Casa Blanca por tercera vez. “Con su voto mañana, podemos arreglar todos y cada uno de los problemas a los que se enfrenta nuestro país y llevar a Estados Unidos –de hecho, al mundo– a nuevas cimas de gloria”, una “edad de oro”, prometió en su último mitin en Míchigan.
Mitin tras mitin repitió la partitura de 2016 y 2020, presentándose como un antisistema, cercano a la gente y muy crítico con las élites de Washington.
Donald Trump se unirá a los millones de estadounidenses que se dirigen a las urnas hoy, mientras que Kamala Harris se encuentra entre los más de 82 millones que ya han votado por correo o temprano en persona. La carrera excepcionalmente reñida ha tenido a los candidatos casi cuello con cuello, con márgenes muy delgados en los siete estados oscilantes.
La vicepresidenta estará viendo los resultados esta noche en una fiesta en su alma mater, la Universidad Howard, en Washington, D.C., confirmó su equipo de campaña. Mientras tanto, la campaña de Trump confirmó que está organizando una fiesta de vigilancia electoral en el Centro de Convenciones de Palm Beach, en Palm Beach, Florida.
EL MUNDO ESPERA RESULTADOS DE LAS VOTACIONES DE ESTADOS UNIDOS
A nivel diplomático el mundo observa con nerviosismo. El resultado tendrá fuertes repercusiones en los conflictos en Oriente Medio, en la guerra en Ucrania y para el calentamiento global, que Trump considera una falacia.
En lo comercial el magnate quiere imponer aranceles para “traer de vuelta” a las empresas al país. Amenazó con imponer aranceles de 25 por ciento a México, si no frena la “embestida” de “criminales” y “drogas” que según él entran en Estados Unidos, y a China, a la que acusa de enviar fentanilo a través del país latinoamericano.
Para ser presidente en Estados Unidos no basta con tener más sufragios que el oponente. Hay que conseguir el número de 270 votos en el colegio electoral, integrado por 538 delegados que teóricamente deben respetar la voluntad del pueblo.
De acuerdo con AFP, dos de cada tres estadounidenses temen un estallido de violencia después de las elecciones. Algunos colegios electorales se han convertido en fortalezas, vigilados por drones y con francotiradores en los tejados.
Los funcionarios electorales están entrenados para atrincherarse en una habitación o utilizar una manguera contraincendios. En Washington, la capital federal, las barreras metálicas rodean la Casa Blanca y el Capitolio. N
(Con información de AFP)