Los coyotes, al igual que los perros domésticos, poseen la capacidad de recrear la expresión “ojos de cachorro”, un rasgo facial que se cree que durante mucho tiempo ha evolucionado exclusivamente en los perros debido a la domesticación, según un nuevo estudio.
La investigación, publicada en Royal Society Open Science, se centró en el elevador anguli oculi medialis (LAOM), un músculo responsable de levantar la ceja interna, un componente clave en la producción de la conocida expresión ocular del cachorro. Se ha pensado que esta expresión facilita la comunicación entre los perros y sus humanos.
“Nuestros hallazgos sugieren que la capacidad de producir ‘ojos de cachorro’ no es un producto único de la domesticación de perros, sino más bien un rasgo ancestral compartido por múltiples especies del género Canis (como el coyote)”, dijo el autor principal, Patrick Cunningham, en un comunicado.
“Esto plantea preguntas fascinantes sobre el papel de las expresiones faciales en la comunicación y la supervivencia entre los cánidos salvajes”. El estudio examinó los músculos faciales de coyotes, perros y lobos grises, con resultados sorprendentes.
Mientras que los coyotes y los perros tienen un LAOM bien desarrollado, el músculo está modificado o ausente en los lobos grises. Los investigadores creen que el LAOM probablemente existió en un ancestro común de perros, coyotes y lobos, pero se redujo o se perdió en los lobos con el tiempo.
LOS COYOTES Y LOS PERROS COMPARTEN SIMILITUDES DE COMPORTAMIENTO Y UNA FASCINANTE HISTORIA EVOLUTIVA
Además, se observó una variación significativa en los músculos faciales del coyote, particularmente en aquellos relacionados con los movimientos de cejas y labios. Las pruebas genéticas confirmaron que los especímenes de coyote utilizados en el estudio no tenían un ascendencia canina sustancial, eliminando la posibilidad de que el cruce influyera en los resultados.
“Nuestro trabajo revela que los coyotes y los perros comparten no solo similitudes de comportamiento, sino también una fascinante historia evolutiva que incluye la capacidad de hacer expresiones que alguna vez pensamos que eran únicas de los animales domesticados”, dijo Cunningham.
El equipo de Cunningham cree que este descubrimiento podría tener implicaciones más amplias para comprender cómo evolucionaron las expresiones faciales en los mamíferos. El LAOM puede haber evolucionado originalmente para funciones relacionadas con la visión y los movimientos oculares, en lugar de para la comunicación humano-canina, como se pensaba anteriormente.
La investigación futura puede expandirse a otras especies canidas como los lobos rojos y los perros salvajes africanos para explorar más a fondo el papel de las expresiones faciales en la supervivencia y la comunicación de las especies. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)