Mientras que una gran cantidad de pacientes y enfermos mexiquenses se quejan diariamente de hospitales en mal estado, sin la infraestructura adecuada para la atención a la salud, de la falta de medicinas y de la carencia de equipo médico básico, el Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) hoy en día se distingue por la falta de transparencia en el uso de los recursos asignados.
Según la Gaceta del Gobierno del Estado de México, para el ejercicio 2024 el ISEM dispone de un presupuesto de 31,131 millones 855,287 pesos, una cifra compuesta por 11 números. Como perspectiva, en la entidad los 11 números solo los alcanzan tres dependencias: Seguridad Social, Educación y el ISEM, que ocupa el tercer sitio en cuanto a la cantidad de recursos asignados por el gobierno estatal.
Hace poco más de 20 años el Estado de México creó la Secretaría de Salud y decretó que esta dependencia —que en 2024 tiene un presupuesto de 108 millones 712,552 pesos— sería auxiliada por el ISEM en el logro de sus metas.
Hoy en día, ambas oficinas, tanto la Secretaría de Salud como el Instituto de Salud del Estado de México, son dirigidas por Macarena Montoya Olvera, una médica cirujana que antes de comandar estos despachos ocupó algunos cargos en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
¿QUÉ ESTÁ SUCEDIENDO EN EL ISEM?
De acuerdo con una fuente consultada por este medio, desde el inicio de su gestión, en octubre de 2023, Montoya Olvera ha ejercido libremente más de 2,000 millones de pesos del presupuesto, de los cuales más de 1,000 millones se han destinado a múltiples empresas vía adjudicaciones directas, es decir, sin licitación de por medio.
Los contratos que benefician a estas empresas van de los 500,000 pesos a los 300 millones de pesos, y en el grupo de beneficiados existen desde compañías fantasmas que ofertaron contratos por venta de medicamentos hasta firmas a las cuales se les han pagado por brindar servicios que nunca prestaron.
En una larga lista de empresas beneficiadas por el ISEM aparecen nombres como Medical Pharmaceutica, SA de CV, que ha recibido más de 256 millones de pesos; Global Business Group, SA de CV, favorecida con más de 82 millones de pesos, y Hi Tec Medical, SA de CV, que ha obtenido contratos por más de 120 millones de pesos.
Aunque en cualquier otra dependencia de orden federal, estatal e incluso municipal esta falta de transparencia en el uso de los recursos públicos ya habría saltado a la vista, en el Estado de México no sucede debido a la forma especial en la que están ocupados los órganos de vigilancia y directivos.
HAY VARIOS INVOLUCRADOS EN EL ASUNTO
Por ejemplo, como titular del Órgano Interno de Control en el ISEM se halla Marco Antonio Lira Sánchez, quien, a decir de nuestra fuente, lo nombraron en ese cargo con la encomienda de cuidar los intereses de amigos, socios, colegas y compañeros.
Aunque la responsabilidad de este órgano radica en auditar y garantizar la correcta ejecución de los recursos de la dependencia, se ha dedicado a maquillar contratos, procedimientos, remisiones, auditorías de almacén y todo aquello que ponga en riesgo los intereses económicos de altos directivos del ISEM y otras personas involucradas en los poco claros movimientos financieros.
La fuente consultada informa que dichas personas involucradas conforman un grupo que ha logrado infiltrarse en tan importante dependencia para ejercer los recursos a su conveniencia. Además, este equipo ha logrado expandir su poder bajo el argumento de que todos fueron designados en sus cargos por la propia gobernadora del estado, Delfina Gómez, e incluso aseguran que trabajan directamente bajo las instrucciones de ella.
Este grupo de presuntos defraudadores opera bajo la anuencia del encargado del despacho de la Dirección de Finanzas del ISEM, Valente Mejía Ávila, otrora tesorero del municipio El Oro, en el mismo Estado de México, en donde cuenta con procedimientos abiertos por presunto enriquecimiento ilícito y desvío de recursos.
En dicho grupo también se halla Octavio López Zamitiz, coordinador de Administración y Finanzas del ISEM, y asimismo aparecen nombres como el de Briana Haro Enríquez, directora de Administración, y algunos otros de personas que trabajan por fuera en oficinas ubicadas en Metepec.
PERSONAL MÉDICO Y PACIENTES DEL ISEM RESULTAN AFECTADOS
Nuestra fuente sostiene que Valente Mejía Ávila, de quien dependen las compras de productos y servicios en el ISEM, ha obtenido por lo menos 200 millones de pesos por la simulación y cobro de contratos sin ejercer y por el cobro de comisiones a las empresas que sí han prestado servicios.
Las comisiones van del 15 al 20 por ciento del total de los contratos, las cuales presuntamente se reparten entre Macarena Montoya, responsable de las instancias de salud, y el mencionado Mejía Ávila, sostiene la fuente consultada.
De esta manera, se espera que pronto los órganos fiscalizadores y los organismos de transparencia presten atención a esta falta de claridad en el manejo de las finanzas del sistema de salud del Estado de México y se inicien los procedimientos administrativos o penales contra quien resulte responsable.
Mientras tanto, pacientes y personal médico del ISEM continúan padeciendo las carencias en el sistema de salud. Tan solo hace unas semanas, por ejemplo, una protesta de médicos, camilleros, enfermeras y personal de los hospitales mexiquenses desquició Toluca, capital del Estado de México. Su exigencia, insumos, equipo, instrumental, uniformes, basificación, mantenimiento a las instalaciones y otras peticiones básicas para la labor médica. N