Los jóvenes (parte de la generación Z) no son exactamente libros abiertos cuando se trata de sus sentimientos y puede ser difícil para los padres saber exactamente por lo que están pasando.
Sin embargo, una investigación realizada por la Walton Family Foundation y Gallup encuestó a 1,675 participantes de entre 10 y 18 años, así como a uno de sus padres y tutores. El estudio reveló que, aunque la mayoría de los niños de la generación Z se sienten felices a diario, un número significativo también experimenta estrés, ansiedad y tristeza.
Lisa Damour, psicóloga que trabaja en colaboración con la fundación, dijo a Newsweek que hay muchos puntos clave de estos hallazgos, a saber que la felicidad es la emoción que los “Gen Zers” reportaron sentir más.
“Aunque los preadolescentes y los adolescentes a veces parecen distantes, estos resultados nos dicen que, cuando los niños están enfadados, quieren que los adultos les escuchen, se tomen en serio sus sentimientos y les den algo de espacio”, dijo Damour.
“Aunque los adultos comprensivos suelen estar dispuestos a ofrecer consejos, los resultados de nuestra encuesta nos dicen que esto no es lo que suelen buscar los niños en apuros”, añadió. El estudio reveló que 94 por ciento de los jóvenes encuestados afirmaba sentirse feliz con frecuencia, pero el 45 por ciento también se sentía estresado, 38 por ciento ansioso y 23 por ciento triste.
Las estadísticas mostraron que estas emociones negativas son especialmente frecuentes entre las jóvenes y los adolescentes, mientras que los jóvenes negros declararon estos sentimientos con menor frecuencia.
LA GENERACIÓN Z Y EL APOYO DE SUS PADRES EN MOMENTOS DE ANGUSTIA
Una de las principales conclusiones del artículo es la forma en que los jóvenes de la generación Z prefieren que sus padres les apoyen en momentos de angustia emocional. En ese sentido, 62 por ciento quiere que sus padres les escuchen, en lugar de darles consejos, y 56 por ciento prefiere que les den algo de espacio.
“Cuando los preadolescentes y los adolescentes se sienten mal, recurren a una serie de estrategias de adaptación para gestionar sus emociones”, explica Damour a Newsweek.
Cuando se trata de calmarse, la generación Z tiene una amplia gama de mecanismos de afrontamiento: escuchar música es el más popular (58 por ciento), seguido de jugar videojuegos y hablar con amigos (45 por ciento).
Según Damour, “es fácil para los adultos subestimar el valor emocional que tiene para los adolescentes escuchar música, recurrir a la breve distracción de un videojuego o conectar con los amigos, pero todas estas son formas en que los adolescentes gestionan eficazmente los sentimientos incómodos”.
Además, el estudio precisó que un tercio de los jóvenes de la generación Z se sienten presionados para ser perfectos, y esto se percibe más en las mujeres. De igual manera, ocho de cada 10 padres confían en su capacidad para consolar y comunicarse con sus hijos cuando estos se enfrentan a emociones complicadas.
El estudio aboga por un enfoque equilibrado del apoyo emocional, haciendo hincapié en la escucha y la empatía por encima de la intervención directa. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)