Un grupo de científicos ha descubierto que la captura incidental está ocasionando que las tortugas marinas sufran la llamada “enfermedad de los buzos”, también conocida como embolia gaseosa o enfermedad por descompresión.
Casi todas las especies de tortuga marina están en riesgo de desaparecer en todo el mundo. Y la causa principal es la pesca comercial, durante la cual estos reptiles quedan atrapados en las redes, en lo que se conoce como “captura incidental”.
Un estudio reciente, que corrió a cargo de un equipo de investigadores de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill, en Estados Unidos, afirma que, aun cuando las tortugas no tengan lesiones aparentes, los órganos de estos animales presentan las embolias gaseosas que caracterizan la enfermedad por descompresión.
En otras palabras, los reptiles marinos desarrollan burbujas de gas cuando las redes en que se encuentran atrapadas las arrastran rápidamente hasta la superficie del mar, ocasionándoles un trastorno muy grave que puede dañar sus órganos o incluso provocarles la muerte.
Los investigadores hicieron este hallazgo al practicar estudios de ultrasonido a tortugas atrapadas en Brasil, Italia y España. La lideresa del estudio, Katherine Eltz, trabajó con un equipo de veterinarios a bordo de embarcaciones de pesca, donde midieron, en tiempo real, los niveles de gas presentes en las tortugas capturadas.
TRATARLOS ANTES DE DEVOLVERLOS AL MAR
“Es muy posible que otras especies sufran de la misma patología de embolismo gaseoso. Sin embargo, [este tema] es particularmente difícil de estudiar debido a las dificultades para acceder a los animales, así como a la falta de documentación”, escribe Eltz en su declaración para Newsweek.
“Aunque los veterinarios podemos analizar radiografías de todo el cuerpo o imágenes por resonancia magnética para identificar burbujas específicas en diversos órganos, el ultrasonido ofrece la ventaja de visualizar las burbujas que fluyen en los vasos sanguíneos o que se encuentran atrapadas en los tejidos.
“Gracias a la portabilidad del ultrasonido, pudimos llevar los aparatos en los barcos de pesca, lo que nos permitió obtener más de la mitad de los datos presentados en este proyecto”, agrega el comunicado de Eltz.
Según explican los autores, la “brillantez” de los ultrasonidos fue un parámetro muy valioso para calificar la gravedad de los émbolos de gas, pues dicha brillantez les permitió identificar a los reptiles que requerían de terapia de oxigenación y tratarlos antes de devolverlos al mar.
El equipo confía en que sus hallazgos ayudarán a implementar intervenciones terapéuticas que aseguren la supervivencia de las distintas especies de tortuga marina.
“[Nuestra investigación] tiene gran relevancia para los esfuerzos de conservación, ya que las tortugas marinas son especies que se encuentran en peligro de extinción”, agrega el comunicado de Eltz.
LA GRAVEDAD DE LOS ÉMBOLOS DE GAS EN LAS TORTUGAS MARINAS
“Si estudiamos cómo evolucionan los émbolos en los distintos órganos y cuál es su aspecto en una imagen de ultrasonido podremos determinar cuándo es el mejor momento para devolver una tortuga al mar y dejar que la patología gaseosa se resuelva por sí sola; o bien, cuándo hace falta implementar un tratamiento en cámara hiperbárica para asegurar la supervivencia del animal”, se añadió.
Los resultados de la investigación fueron presentados el pasado 13 de mayo en la sesión conjunta de la Acoustical Society of America y la Canadian Acoustical Association (Sociedad Acústica de Estados Unidos y Asociación Acústica de Canadá, respectivamente). Por lo pronto, Eltz y su equipo pretenden explorar otras estrategias que permitan identificar la gravedad de los émbolos de gas.
“Si bien nuestra investigación se fundamentó en los datos clínicos publicados hasta ahora [sobre las tortugas marinas], nos dimos cuenta de que había diferencias significativas respecto de las cantidades de gas presentes en los tejidos a lo largo del tiempo”, puntualiza la declaración de Eltz.
“Por eso trataremos de mejorar la cuantificación en las imágenes obtenidas por ultrasonido con la finalidad de estandarizar una métrica basada en visualizaciones específicas y configuraciones consistentes”, concluye. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)