En la historia hemos padecido pandemias y las seguiremos padeciendo en el futuro. Hace poco vivimos la del covid-19 con graves consecuencias para la humanidad. Sin embargo, una nueva pandemia volverá a suceder tarde o temprano y puede ser de diferentes proporciones. Tenemos la tecnología para estar preparados para detectarla, prevenirla, mitigarla y responder de la manera más adecuada.
Actualmente estamos en alerta ante el virus de influenza aviar A(H5N1). La transmisión de aves infectadas a humanos sigue siendo un evento poco común, con pocas infecciones humanas confirmadas; sin embargo, ha empezado ya a transmitirse de aves a mamíferos acuáticos y terrestres.
En consecuencia, sigue preocupando que los virus de la influenza aviar se adapten a los humanos y causen una pandemia. Por lo tanto, es crucial mantener una vigilancia constante, esfuerzos de preparación y una mayor comprensión de los factores subyacentes, como comenta el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC).
En Estados Unidos se han detectado, hasta el 22 de abril de 2024, más de 9,000 casos de influenza A(H5N1) en aves silvestres de 50 jurisdicciones, y se han acumulado más de 90 millones de aves de corral afectadas en 48 estados.
VARIOS ANIMALES Y UNA PERSONA HAN SIDO INFECTADOS
Ocho estados tienen ahora brotes en granjas de ganado lechero, donde nunca se había encontrado y de donde pudiera propagarse a instalaciones avícolas cercanas o a otros mamíferos. También ha infectado a gatos de granero. Hasta la fecha solo un caso humano, el 1 de abril de 2024 en Texas, se ha relacionado con este brote.
Sin embargo, su amplia propagación geográfica en aves y mamíferos está creando oportunidades para que las personas se infecten y podría haber un aumento de infecciones en humanos a corto plazo.
En realidad, los cambios en la propagación no sorprenden. Los virus de influenza A tienen la capacidad de mutar por diferentes factores propios y externos, lo que les puede dar nuevas características como la transmisión en otras especies, evasión del sistema inmune y resistencia a los medicamentos, entre otras.
Si estos virus adquieren la capacidad de propagarse eficientemente entre los humanos podría ocurrir una transmisión a gran escala debido a que los humanos no tenemos memoria inmunológica contra los virus de influenza H51.
Estemos alertas, pero no en pánico, pues no parece aún sencillo que ocurra la transmisión entre humanos. Además, en el caso humano confirmado se demostró que el virus es susceptible a los antivirales contra influenza que utilizamos actualmente y ya hay una vacuna candidata para los virus H5 que parece generar protección.
ESTAR LISTOS CONTRA UNA PANDEMIA DE INFLUENZA AVIAR
Sin embargo, el virus ya se encuentra en el ganado de nuestro país vecino y es muy probable que pronto tengamos brotes en México; debemos de abordar este problema, así como muchos otros, de acuerdo con la iniciativa “Una sola salud” (One Health), donde la salud de las personas, los animales y los ecosistemas está interrelacionada, lo que exige estrechar la colaboración, comunicación y coordinación entre todos los sectores implicados.
Las medidas de One Health para mitigar el riesgo de que el virus A(H5N1) se adapte a mamíferos y humanos se centran en limitar la exposición y prevenir la propagación con medidas de bioseguridad, pero nos debemos preparar para enfrentar este y otros virus de influenza que tienen el potencial de causar la próxima pandemia, como ya lo han hecho en otros momentos de la historia de la humanidad.
Nuestra preparación debe ser para la influenza aviar o cualquier otra enfermedad emergente que pueda diseminarse y provocar una pandemia. Para eso debemos invertir en un sistema de salud eficaz, con adecuada vigilancia epidemiológica, acceso y autosuficiencia de vacunas, pruebas diagnósticas y medicamentos, investigación y educación médica, así como una comunicación efectiva que evite la politización de la respuesta.
En fin, estemos atentos, pues una nueva pandemia va a suceder tarde o temprano, falta un día menos. Depende de nuestra preparación el impacto que tendrá en nuestras vidas. N
—∞—
Rodrigo Romero Feregrino es coordinador general de la Asociación Mexicana de Vacunología. Es médico cirujano por la Facultad de Medicina de la UNAM y maestro en Vacunología por la Universidad de Lausana. Alejandro Macías Hernández es médico especialista en Medicina Interna e Infecciones y excomisionado especial para la Atención de la Influenza en México. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad de los autores.