Irán anunció este jueves 2 de mayo sanciones contra altos funcionarios estadounidenses (EUA) y británicos, así como a varias empresas de estos países, por su apoyo a Israel en la guerra contra el movimiento palestino Hamás en Gaza.
La República Islámica, un archienemigo regional de Israel, es un aliado de Hamás. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Teherán informó que las sanciones implican el bloqueo de cuentas y transacciones en el sistema financiero y bancario iraní, el congelamiento de activos en su jurisdicción y la prohibición de obtener visas para ingresar a su territorio.
Las sanciones afectan a siete altos funcionarios estadounidenses, incluyendo al general Bryan P. Fenton, comandante de las Operaciones Especiales, y la lista de las autoridades iraníes incluye también al secretario de Defensa británico, Grant Shapps, entre otros.
Teherán también anunció sanciones contra la empresa de defensa estadounidense Lockheed Martin y la petrolera Chevron, así como las británicas Elbit Systems, Parker Meggitt y Rafael UK.
La guerra en Gaza estalló el 7 de octubre, cuando los comandos de Hamás mataron a 1,170 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250 en el sur de Israel, según un recuento basado en estadísticas israelíes.
IRÁN APOYA A HAMÁS Y DEJA DE LADO A ISRAEL
Irán apoya a Hamás, pero niega que tuviera conocimiento del ataque antes del 7 de octubre. Israel lanzó una ofensiva de represalia en Gaza que ha dejado 34,596 muertos, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud de este territorio palestino gobernado por Hamás.
A finales de abril, Israel agradeció al Senado de Estados Unidos por haber aprobado una ayuda militar de 13,000 millones de dólares. El paquete también contempla más de 9,000 millones de dólares para “satisfacer la urgente necesidad de ayuda humanitaria a Gaza y otras poblaciones vulnerables en todo el mundo”.
“Vamos a garantizar inmediatamente esa ayuda y a hacerla llegar, incluyendo alimentos, suministros médicos y agua potable”, dijo Biden en una rueda de prensa en donde afirmó que la población de Gaza “sufre cruelmente”.
Más de seis meses después del inicio de la guerra, desencadenada tras el ataque sin precedentes del movimiento islamista palestino Hamás, gran parte de la comunidad internacional teme una operación militar en Rafah. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, asegura desde hace semanas que esta ciudad, situada en el extremo sur del territorio palestino donde se hacinan 1.5 millones de personas según Naciones Unidas, es el último bastión de Hamás. N
(Con información de AFP)