A lo largo de 37 años la Casa del Migrante no solo ha funcionado como un refugio para las personas en contexto de movilidad, también ha sido un espacio donde las nuevas oportunidades nacen al ayudar a los que ahí llegan a encontrar empleo, salud, hogar.
El padre Pat Murphy lleva once años siendo el director de la casa, tiempo en el que ha visto un flujo constante de historias de vida.
“Es una casa de esperanza para mucha gente y hemos tenido gente que nos manda una nota diciendo que está bien gracias a nosotros que lograron comenzar una vida nueva en otra parte de México o en los Estados Unidos, es muy bonito escuchar estas historias de la gente que ha comenzado una vida nueva como migrantes aquí o migrantes en otra parte”, narró el padre Pat Murphy.
En la actualidad el hogar mantiene todos sus espacios llenos ante el constante flujo de migrantes que provienen de otras entidades de México o países en busca del llamado “sueño americano”.
No obstante, la población que es retornada de Estados Unidos es la que esta predominando en los registros de la Casa del Migrante.
“Desde hace un mes empezamos a recibir muchos deportados, tenemos el 60% de la casa con deportados y creo que esto va a seguir porque Biden quiere deportar mucha gente para mostrar que es fuerte en contra de la ola de migrantes que han llegado”, expresó el director del albergue.
Muchas de estas personas que son retornadas de Estados Unidos buscan la manera de volver a ese país, ya sea por la vía legal o ilegal, mientras que otras al no encontrar ayuda o padecer de alguna adicción a drogas o alcohol, terminan sus días en las calles.
En ese sentido, el padre Pat Murphy lanzó un mensaje recordando que existen nuevos caminos en la Casa del Migrante.
“Aquí ofrecemos la oportunidad de comenzar su vida, tenemos la casa y tenemos una escuela para enseñar cómo hacer cosas de mecánica, barbería, para que pueda tener una vida mejor y conseguimos trabajo, hay mucho trabajo en Tijuana”, finalizó el padre. N