Una recomendación para las mujeres que intentan quedar embarazadas, las que ya lo están y hasta las que están amamantando es que consuman mango, una fruta considerada fuente de nutrientes esenciales.
Durante el embarazo, la nutrición es un aspecto fundamental para la salud tanto de la madre como del bebé en desarrollo. A pesar de ello, numerosos estudios demuestran que una de cada diez personas gestantes no cumple con la ingesta diaria recomendada de algunos nutrientes críticos, incluidos las vitaminas D, C y E, así como el folato (una vitamina del complejo B), el magnesio y el potasio.
“Las mujeres embarazadas pueden desarrollar varios problemas médicos que ponen en peligro su salud y la del feto; entre otros, hipertensión y diabetes gestacional”, revela un comunicado de Kristin Fulgoni, directora de investigaciones en la empresa de consultoría Nutrition Impact LLC. “La dieta es un componente básico de cualquier esquema de prevención”.
En un estudio reciente, publicado en la revista Nutrients, la antedicha investigadora y el Dr. Victor Fulgoni —vicepresidente senior de la empresa—, analizaron datos de 16,744 mujeres de entre 15 y 44 años con objeto de determinar si el consumo de alguna fruta en particular puede mejorar el valor nutricional de la dieta de las mujeres en edad reproductiva; y lo que hallaron fue que esa fruta es el mango.
¿QUÉ APORTA EL MANGO A LAS MUJERES EMBARAZADAS?
“El mango aporta muchos nutrientes a los que se atribuye la reducción de los padecimientos asociados con el embarazo, incluidos fibra, folato, magnesio, potasio y vitamina E”, explica el comunicado.
Como parte de su investigación, los autores contrastaron la dieta de su población contra un parámetro de calidad nutricional, ampliamente reconocido, que recibe el nombre de índice de alimentación saludable (IAS). Y, con base en dicha métrica, pudieron determinar que las mujeres que consumían mango de manera regular tenían un IAS hasta 16 por ciento más elevado que las mujeres que no comían dicha fruta.
En específico, las mejoras del índice de alimentación saludable derivadas del consumo de mango incluyeron lo siguiente:
- La ingesta de vitamina C se elevó en 70 por ciento.
- El aporte de fibra aumentó en 31 por ciento.
- La ingesta de vitamina E fue 30 por ciento mayor.
- El aporte de folato se incrementó en 26 por ciento.
- El de magnesio aumentó 16 por ciento.
- En tanto que la ingesta de potasio se elevó 11 por ciento.
Por otra parte, observaron que las mujeres que solían comer mango reducían hasta en 17 por ciento la ingesta de azúcares añadidos, mientras que su ingesta de grasas saturadas era hasta 11 por ciento menor.
Además de los datos de esa población de mujeres en edad reproductiva, los investigadores también analizaron las dietas de 18,784 adultos mayores (de más de 60 años de edad), y hallaron que los consumidores de mango reflejaron incrementos en el índice de alimentación saludable similares.
AÚN HAY MUCHAS DUDAS
Claro está que se trata de un estudio meramente observacional, de modo que no es posible afirmar que exista una relación causal entre el consumo de mango y la ingesta de nutrientes. Y, además, también existe la posibilidad de que, en general, los consumidores de mango presten mucha más atención a sus dietas.
“Debido a que solo un pequeño porcentaje de la población acostumbra a consumir mango, es posible que los datos del estudio se limitaran, indirectamente, a los individuos que tenían las dietas más saludables, lo cual bien pudo reflejarse en una ingesta mayor de nutrientes y una dieta de mejor calidad”, escriben los autores en las conclusiones de su artículo.
Por lo anterior, hacen falta más investigaciones para confirmar los resultados aquí detallados. Aun así, Leonardo Ortega, director de investigaciones en la Junta Nacional del Mango de Estados Unidos, señaló en un comunicado dirigido a Newsweek: “Esos hallazgos se suman a una creciente cantidad de literatura científica que demuestra los efectos positivos de incluir mangos en la dieta.
“Como una fruta culturalmente asociada con una de cada cuatro personas, el mango puede actuar como un puente importante para mejorar la equidad nutricional, así como la calidad de la dieta y la nutrición”, concluyó Ortega. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)