Durante décadas diversas teorías han planteado que el sexo biológico de un bebé puede depender de factores como el momento de la fecundación y el tipo de alimentación materna. En ese tenor, investigadores de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, identificaron que la edad de la madre también incide en si el bebé será genéticamente masculino (XY) o femenino (XX).
Para llegar a esta conclusión, el equipo analizó los nacimientos de 58,007 mujeres en Estados Unidos entre 1956 y 2015. Descubrieron que aquellas que tuvieron su primer hijo a los 29 años o más presentaban un 13 por ciento más de probabilidades de tener solo hijos varones o solo hijas, en comparación con las madres menores de 23 años, quienes mostraron una mayor tendencia a tener hijos de ambos sexos.
El estudio, publicado el viernes en la revista Science Advances y retomado por Nature, sugiere que este fenómeno podría explicarse por cambios en el pH vaginal conforme avanza la edad de la mujer. Dichas variaciones favorecerían la fecundación por espermatozoides que portan un cromosoma X o Y, lo que influiría en el sexo del bebé.
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De igual manera, los investigadores sostienen que puede influir la genética. Un análisis genómico mostró que algunas mujeres presentaban una de dos variantes genéticas comunes asociadas con la procreación de hijos de un sexo determinado. Un cambio en el cromosoma 10, en un gen llamado NSUN6, se asoció con una mayor probabilidad de tener solo niñas, mientras que las mujeres con un cambio en una sola letra de ADN en el cromosoma 18, cerca de un gen llamado TSHZ1, tenían mayor probabilidad de tener solo hombres.
EL SEXO DEL BEBÉ Y EL NÚMERO DE HIJOS
Además, el artículo aborda que, en familias con varios hijos del mismo sexo, las probabilidades de tener otro bebé de ese sexo son mayores que las de tener uno del sexo opuesto.
“En familias con tres hijos varones, existe un 61 por ciento de probabilidad de que el siguiente hermano también sea hombre. En familias con tres hijas, la expectativa de que sea niña es del 58 por ciento “, comenta Alex Polyakov, obstetra e investigador de la Universidad de Melbourne (Australia).
No obstante, el estudio no analiza la influencia de las parejas masculinas. Polyakov afirma que será difícil replicar este tipo de investigación hoy en día e incluir a los hombres, “porque el número de hijos por pareja está disminuyendo en muchos países. Simplemente no habrá suficientes sujetos para esos estudios”. N
(Con información de AFP)