La capacidad instalada de energías renovables en el mundo aumentó 50 por ciento en 2023 respecto al año anterior, informó este jueves 11 de enero la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que anticipó un crecimiento inédito en los próximos cinco años, pero insuficiente para frenar el cambio climático.
Se han implementado unos 507 gigavatios (GW), es decir, 50 por ciento más que en 2022, según el informe Renovables 2023, publicado el jueves por el organismo.
Tres cuartas partes de estas nuevas instalaciones de 2023 fueron en el sector solar fotovoltaico. China fue otra vez el gran motor de este crecimiento (+66 por ciento de eólicas en un año, por ejemplo). Sin embargo, Europa, Estados Unidos y Brasil alcanzaron niveles sin precedentes. La AIE anticipa para los próximos cinco años el “mayor crecimiento” en tres décadas.
“La capacidad de producción eléctrica renovable nunca creció tan rápidamente en 30 años, lo que propicia una posibilidad real de alcanzar el objetivo que los gobiernos se fijaron para la COP28 de triplicar la capacidad mundial de aquí a 2030”, agrega la AIE en un comunicado.
Pero este ritmo no es suficiente, advierte la agencia, que subraya la necesidad de financiación para los países emergentes y en desarrollo. “En las condiciones del mercado y en el estado de las políticas actuales, la capacidad mundial se multiplicaría por 2.5 de aquí a 2030. Todavía no es suficiente para conseguir el objetivo de la COP28 de multiplicar por tres las renovables, pero nos acercamos y los gobiernos tienen las herramientas necesarias para subsanar la diferencia”, insiste el director de la AIE, Fatih Birol.
EL OBJETIVO ES TRIPLICAR LAS ENERGÍAS RENOVABLES
Las instalaciones “eólicas terrestres y fotovoltaicas son actualmente más baratas que las nuevas centrales con combustibles fósiles en casi todas partes, y más baratas que las plantas ya existentes en la mayoría de países”, señala el economista.
El objetivo de triplicar las energías renovables es a nivel mundial, pero cada país tiene unas necesidades diferentes. En las naciones más ricas y los principales países emergentes, la AIE recalca que el objetivo es poner fin a los titubeos en las políticas nacionales, invertir en la modernización y la adaptación de las redes y reducir los plazos y las complicaciones administrativas.
Para los otros países, la prioridad es el acceso a la financiación y la puesta en marcha de marcos de regulación sólidos, añade el informe. También deben fijarse objetivos de instalación de renovables, propósitos que todavía no tienen algunos países.
Según Dave Jones, del centro de reflexión Ember, “el nivel alcanzado en 2023 muestra que triplicar (las renovables) es totalmente viable”. Pero para Dean Cooper, de WWF, “la producción de energía renovable crece rápidamente, pero no suficientemente rápido”. Tras la COP28, “los que quieran un planeta habitable tienen que aumentar la presión contra sus gobiernos para que pasen de las palabras a la acción y transformen urgentemente los sistemas energéticos”. N
(Con información de AFP)