Una mujer de 90 años que permaneció cinco días atrapada bajo los escombros tras el sismo que sacudió a Japón el día de Año Nuevo fue rescatada con vida, contra todo pronóstico.
Al menos 128 personas murieron en el terremoto de magnitud 7.5 que azotó el 1 de enero la península de Noto, al borde del mar de Japón, en la costa occidental del archipiélago, y 323 se encuentran desaparecidas, según un nuevo balance comunicado este domingo. Además, se reportan 565 heridos.
El sismo y sus cientos de réplicas derribaron viviendas, provocaron incendios y desencadenaron un tsunami con olas de más de un metro de altura. La esperanza de encontrar supervivientes suele desvanecerse tres días después de un terremoto. No obstante, la mujer rescatada pasó cinco días bajo los escombros de una casa derrumbada en la ciudad de Suzu, antes de ser salvada el sábado.
La mujer fue trasladada al hospital para recibir tratamiento y respondía claramente a las preguntas de los socorristas, según la cadena pública NHK. “¡Aguante!”, le gritaban los rescatistas bajo la lluvia, de acuerdo a un video filmado por la policía y difundido por los medios locales. “Todo va a salir bien, manténgase positiva”, le pedían.
“DESEO QUE ESTÉN VIVOS”
Sin embargo, muchos corrieron con menos suerte. En la ciudad de Anamizu, en la misma península, un hombre de 52 años que perdió a su hijo de 21 años y a sus suegros esperaba noticias de otros miembros de su familia.
“Deseo que estén vivos, no quiero quedarme solo”, dijo a NHK.
Muchas comunidades de la península de Noto han quedado aisladas por carreteras dañadas y desprendimientos de tierra que bloquean el paso de los vehículos de ayuda. El mal tiempo y la caída de nieve amenaza con dificultar la misión de los miles de policías, tropas y otros trabajadores de rescate desplegados.
“La primera prioridad ha sido rescatar a las personas que se encuentran bajo los escombros y llegar a las comunidades aisladas”, declaró el primer ministro Fumio Kishida en una entrevista con NHK el domingo. El ejército ha enviado pequeños grupos de tropas a pie a cada una de las comunidades aisladas, dijo.
JAPÓN RECUERDA EL DEVASTADOR SISMO DE 2011 QUE TERMINÓ EN TSUNAMI
El gobierno también ha “desplegado varios helicópteros de la policía y de los bomberos para acceder a ellas desde el cielo”, añadió Kishida. En la ciudad de Anamizu, se vio a socorristas con impermeables naranjas o azules transportando el cuerpo de una víctima de un deslizamiento de tierra, cubierto con una lona azul.
Además, entre la destrucción generalizada en la ciudad de Wajima, la puerta roja tradicional de un santuario seguía en pie, pero la vista a través de ella era ahora un desastre de madera astillada y vigas derribadas.
Japón experimenta cientos de terremotos cada año y la mayoría no causan daños. Lo anterior, debido a los estrictos códigos de construcción en vigor desde hace más de cuatro décadas. Pero muchas de las construcciones en el país son antiguas, sobre todo en comunidades de zonas rurales como Noto.
El país aún conserva el recuerdo del devastador terremoto de 2011 que desencadenó un tsunami, dejó unos 18,500 muertos o desaparecidos y provocó una catástrofe nuclear en la central de Fukushima.
NÚMERO DE DESAPARECIDOS EN EL TERREMOTO SE TRIPLICA
La estimación del número de desaparecidos tras el fuerte sismo ya supera los 300, un balance aún provisional que de momento confirmó la muerte de 168 personas.
La mayoría de personas de las que no se tienen noticias se registraron en la ciudad de Wajima, una de las más afectadas por la catástrofe, en la península de Noto. La ciudad también fue escenario de graves incendios como consecuencia del sismo.
El sismo de Japón, seguido de cientos de réplicas, provocó miles de corrimientos de tierra y el derrumbamiento de edificios y carreteras en toda la región. El temblor se sintió hasta en Tokio, a 300 kilómetros de distancia.
Miles de socorristas llegaron de todo Japón para apoyar en las tareas de socorro. Este lunes 8 de enero tuvieron que lidiar con la nieve caída en la península de Noto, que depositó capas de más de 10 centímetros en algunos lugares, y con temperaturas que no superaron los 4 °C.
Se temen nuevos deslizamientos de tierra debido a las precipitaciones. Y se prevé que las condiciones de hielo compliquen aún más el tráfico en las carreteras dañadas por el terremoto, advirtieron las autoridades.
Los servicios de rescate también prosiguen sus esfuerzos para llegar a más de 2,000 personas, algunas de las cuales se encuentran en estado crítico, aisladas por las carreteras dañadas por el sismo, y hacerles llegar alimentos y equipamiento.
CASI 30,000 REFUGIADOS TRAS SISMO DE JAPÓN
El gobernador de la prefectura de Ishikawa, Hiroshi Hase, subrayó en el canal NHK que es necesario “evitar a toda costa las muertes” entre los desplazados por el desastre. Unas 29,000 personas permanecían refugiadas el domingo en 404 albergues gubernamentales.
“Llevar a la gente el mínimo de ayuda humanitaria para que puedan sobrevivir es un reto”, explicó Hisayoshi Kondo, jefe de un equipo de asistencia médica enviado a la zona, en el canal de televisión Asahi, añadiendo que “en las zonas aisladas, el suministro de agua y alimentos sigue siendo insuficiente”.
Unas 18,000 casas en la región de Ishikawa permanecían el lunes sin electricidad y más de 66,100 carecían de agua el domingo. En cuanto a los 29,000 damnificados en refugios gubernamentales, muchos no tenían suficiente agua, electricidad y calefacción, según medios locales.
“Quiero mejorar las malas condiciones en los albergues”, dijo Hase a NHK. El ejército ha enviado pequeños grupos de tropas a pie a cada una de las comunidades aisladas, dijo. N