Los resfriados traen consigo una serie de síntomas como secreción o congestión nasal, estornudos, tos, dolor de garganta, cabeza y, en algunos casos, fiebre. Para aliviarlos, a menudo recurrimos a medicamentos para el resfriado: jarabes de varios ingredientes activos, inyecciones, pastillas y más. Sin embargo, existen ciertos fármacos que pueden afectan nuestro sistema cardiovascular (corazón) y, en mayor medida, a la población con problemas cardiacos subyacentes.
En época de frío es más común que nos enfermemos. En palabras de la doctora Virginia Banks, de la Asociación de Enfermedades Infecciosas del Noreste de Ohio, existen varios factores para que en estas temporadas haya más resfriados.
Por un lado, los virus pueden sobrevivir y reproducirse más fácilmente en el aire seco y frío del invierno. Además, las bajas temperaturas provocan que la gente pase más tiempo en interiores, haciendo más fácil la propagación de virus en espacios cerrados. Incluso, algunas investigaciones de laboratorio sugieren que las temperaturas frías pueden hacer que las células inmunitarias sean menos efectivas.
Ahora, cuando se trata de aliviar los síntomas del resfriado, los descongestionantes en particular suponen una amenaza para el corazón que algunas personas deberían pensar dos veces, según expertos del Hospital Houston Methodist.
“Tendemos a suponer que los medicamentos de venta libre son seguros pase lo que pase. Es importante darse cuenta de que los fármacos a veces pueden ser perjudiciales para determinadas personas o en determinadas situaciones “, indica Sadeer Al-Kindi, cardiólogo preventivo del Houston Methodist en un artículo.
LOS MEDICAMENTOS MÁS CONOCIDOS PARA CUANDO TENEMOS UN RESFRIADO
De acuerdo con el médico Al-Kindi, una nariz tapada y congestionada recibe el nombre de rinitis, que es una inflamación dentro de la membrana interna de la nariz. Esta es una parte natural del cuerpo que se enfrenta a un resfriado. Para que las células inmunitarias lleguen al lugar de la infección, aumenta el flujo de sangre a la nariz.
A medida que estas células inmunitarias crean sustancias que ayudan a combatir el virus, se produce una acumulación de líquido. Este aumento de presión e hinchazón provoca congestión nasal. Ahí es donde entran los descongestionantes. La pseudoefedrina, fenilefrina y oximetazolina son probablemente los ejemplos más conocidos.
“La forma en que actúan estos descongestionantes es contrayendo los pequeños vasos sanguíneos de la nariz. Al hacer los vasos más pequeños, se reduce el flujo sanguíneo y la inflamación que causa la congestión desaparece”, explica el doctor Al-Kindi.
Sin embargo, el problema surge porque estos medicamentos no solo afectan los vasos sanguíneos de la nariz. Los descongestionantes orales, en particular, actúan de forma sistémica y estrechan los vasos sanguíneos de todo el cuerpo.
Cada vez que aumenta la resistencia del flujo sanguíneo, apunta, el corazón se ve obligado a trabajar más. Por esta razón, los descongestionantes pueden tener efectos radicales más allá de aliviar la congestión, ya que “pueden incrementar la presión arterial y afectar el ritmo del corazón”.
Aunado a esto, es posible que algunos medicamentos ni siquiera funcionen tan bien como aseguran. Información del Hospital Houston Methodist, con base en la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), sostiene que la fenilefrina oral, que se utiliza hoy en día en muchos medicamentos para el resfriado, es ineficaz como descongestionante nasal.
El Comité Asesor de Medicamentos sin Receta (NDAC) discutió la eficacia y los datos farmacocinéticos de la fenilefrina en septiembre. El siguiente paso del comité es determinar si el estado del medicamento, generalmente reconocido como “seguro y eficaz”, debe ser revocado
ALTERNATIVAS PARA ALIVIAR LA CONGESTIÓN
No obstante, la preocupación es por las personas que tienen un problema de salud que afecta el funcionamiento del corazón y del sistema vascular. De esta manera, tomas descongestionantes es más riesgoso para aquellos con:
- Presión arterial alta no controlada (hipertensión).
- Una predisposición a desarrollar una arritmia (latidos cardíacos irregulares).
- Insuficiencia cardiaca.
- Angina de Prinzemetal (espasmo de la arteria coronaria), también llamada angina variante.
Tomar un descongestionante puede exacerbar estos problemas, aumentando potencialmente el riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y otros eventos cardiovasculares potencialmente mortales. Algunas alternativas para aliviar la congestión, que no estresan el corazón, son:
- Usar un aerosol salino nasal.
- Humedecer el aire, por ejemplo, tomando una ducha caliente.
- En su lugar, tomar un antihistamínico, que ayuda a aliviar la inflamación nasal de una manera diferente (aunque más lenta).
Por fortuna, los síntomas del resfriado, como la congestión nasal, no duran más de una semana y media. En caso de que la congestión continuara, sería oportuno acudir al médico para explorar otras opciones de tratamiento que quizá sean más eficaces. N