Israel reanudó este viernes 1 de diciembre sus bombardeos contra Gaza tras la expiración de una tregua de una semana con Hamás, con un balance provisorio de más de 100 muertos, según el movimiento islamista en el poder en ese territorio palestino.
Al escuchar las primeras explosiones, poco después de que se venciera la tregua, miles de gazatíes buscaron refugio en hospitales y escuelas, convertidos en campamentos de fortuna para desplazados, informaron periodistas de AFP en Gaza.
El ejército israelí afirmó que golpeó “más de 200 objetivos terroristas”, principalmente zonas con “explosivos escondidos, túneles utilizados con fines terroristas, rampas de lanzamiento de cohetes y centros de mando” de Hamás.
El Ministerio de Salud de Gaza reportó más de 100 muertos, incluidos niños, en este estrecho enclave de 362 kilómetros cuadrados, desde donde se elevaban espesas columnas de humo.
La reanudación de los bombardeos dio el portazo a la esperanza de extender la tregua vigente desde el 24 de noviembre, que permitió canjear a decenas de rehenes en manos de Hamás por presos palestinos en Israel y facilitó el ingreso de ayuda a la Franja de Gaza.
El Estado hebreo y el grupo islamista se culpan mutuamente del fracaso de las negociaciones para prolongar la tregua, y lo atribuyen en parte a desacuerdos sobre la liberación de rehenes.
CAMPAÑA DE BOMBARDEOS DE ISRAEL
La guerra se inició el 7 de octubre, cuando milicianos islamistas irrumpieron en el sur de Israel y mataron a 1,200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 240, según las autoridades israelíes.
En respuesta, Israel prometió eliminar a Hamás y desató una campaña de bombardeos, ataques aéreos y terrestres en Gaza que, según el gobierno de Hamás, ha dejado hasta ahora más de 15,000 muertos, igualmente civiles en su gran mayoría.
La tregua se vino abajo pese a las intensas negociaciones diplomáticas. El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, declaró que su país seguía “intensamente focalizado” en liberar a los rehenes cautivos en Gaza.
“Estamos decididos a hacer todo lo que podamos para reunir a todos [los rehenes] con sus familias, incluso continuar el proceso que ha funcionado durante siete días”, subrayó desde Dubái, donde participa en la COP28.
Blinken había pedido la víspera que, en caso de que se reanudaran los bombardeos, Israel delimitase zonas “seguras” para los civiles de Gaza. Pero este viernes por la mañana, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que Hamás “violó” el acuerdo al “disparar cohetes” hacia Israel.
“El gobierno israelí está decidido a lograr los objetivos de la guerra: liberar a los rehenes, eliminar a Hamás y garantizar que Gaza nunca más represente una amenaza para el pueblo de Israel”, dijo su oficina en un comunicado. Hamás “recibirá la madre de todas las palizas”, prometió un portavoz del gobierno israelí.
“REANUDACIÓN DE LA LIMPIEZA ÉTNICA”
En respuesta, Ezzat el Richq, líder de la Yihad Islámica Palestina, otro movimiento armado de Gaza, afirmó que el ejército israelí “no logrará, reanudando la guerra”, los objetivos que “no logró antes de la tregua”.
A primera hora del viernes, el ejército de Israel envió mensajes a los teléfonos de habitantes de algunos barrios de la ciudad de Gaza, en el norte de la Franja, y de localidades fronterizas con Israel del sur del enclave, instándoles a “marcharse inmediatamente” ante la reanudación de los bombardeos.
Nabil Abu Rudeina, portavoz del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, denunció “la reanudación de la limpieza étnica y del genocidio en Gaza”.
La tregua comenzó a tambalearse el jueves cuando Hamás, catalogado como organización terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea e Israel, reivindicó un ataque en Jerusalén en el que murieron cuatro israelíes.
No obstante, el movimiento islamista se había declarado dispuesto a prorrogar el cese el fuego, negociado con mediación de Catar, Egipto y Estados Unidos. Tanto Hamás como Israel reconocen que, entre otras cuestiones, no se pusieron de acuerdo en la lista de rehenes.
“Lamentablemente, Hamás decidió poner fin a la tregua al no liberar a todas las mujeres secuestradas”, afirmó el portavoz del gobierno israelí, Eylon Levy.
Hamás, por su parte, indicó en un comunicado haber “propuesto un canje de prisioneros y de ancianos” y la entrega de cuerpos de rehenes “que perdieron la vida en los bombardeos” israelíes en Gaza.
LA FRANJA DE GAZA ES UNA “PESADILLA”
La reanudación de los combates volvió a sumir a la Franja de Gaza en una “pesadilla”, afirmó el jefe del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Robert Mardini. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que esperaba que fuera posible “renovar la pausa”.
La tregua dio un respiro a una población agobiada por siete semanas de bombardeos de Israel y de un bloqueo prácticamente total de la llegada de alimentos, medicamentos y combustibles. También permitió liberar a 80 rehenes israelíes, todos ellos mujeres y niños, y a 240 presos palestinos, igualmente mujeres y menores.
Una veintena de extranjeros o personas con doble nacionalidad, en su mayoría tailandeses que trabajaban en Israel, también fueron liberados, pero fuera del marco del acuerdo. Aún quedan 137 rehenes en Gaza, según las autoridades israelíes.
El acuerdo permitió además la entrada de ayuda humanitaria hacia Gaza, donde, según la ONU, sus 2.4 millones de habitantes sufren inseguridad alimentaria. Las necesidades son inmensas en este territorio, sometido a un bloqueo israelí desde 2007, cuando Hamás llegó al poder en el territorio, y a un estricto asedio desde el 9 de octubre.
Según la ONU, 1.7 millones de personas han sido desplazadas por la guerra. La tregua redujo también los duelos de artillería en la frontera libanesa-israelí. Un bombardeo de Israel mató el viernes a dos civiles en el sur de Líbano, según la Agencia Nacional de Noticias libanesa. N