Por primera vez, un equipo internacional de científicos fue capaz de proporcionar un esquema detallado de la resiliencia planetaria mediante el mapeo de los nueve límites planetarios que definen un espacio operativo seguro para la humanidad.
Desde el calentamiento global hasta la biosfera y la deforestación, desde los contaminantes y el plástico hasta los ciclos de nitrógeno y el agua dulce, se están cruzando seis de los nueve límites planetarios, mientras que simultáneamente la presión en todos los procesos de los límites está aumentando, según muestra una nueva investigación publicada en la revista Science Advances.
“Esta actualización sobre los límites planetarios representa claramente a un paciente que no está bien, a medida que aumenta la presión sobre el planeta y se están rompiendo los límites vitales. No sabemos cuánto tiempo podemos seguir transgrediendo estos límites clave antes de que las presiones combinadas conduzcan a un cambio y daños irreversibles”, dice el investigador y coautor del estudio, Johan Rockström.
LOS LÍMITES PLANETARIOS MANTIENEN LA ESTABILIDAD DE LA TIERRA
El nuevo estudio es la tercera evaluación importante del marco de los límites planetarios, introducido por primera vez en 2009. Es el primero en proporcionar una revisión completa de los nueve procesos y sistemas que mantienen la estabilidad y resiliencia de nuestro planeta.
Si bien transgredir un límite no es equivalente a cambios drásticos que ocurren de la noche a la mañana, juntos marcan un umbral crítico para aumentar los riesgos para las personas y los ecosistemas de los que formamos parte.
“No sabemos cuánto tiempo podemos seguir transgrediendo estos límites clave antes de que las presiones combinadas conduzcan a un cambio y daño irreversibles”, explica Johan Rockström.
La autora principal, Katherine Richardson, explica: “Podemos pensar en la Tierra como un cuerpo humano, y en los límites planetarios como presión arterial. Más de 120/80 no indica un cierto ataque al corazón, pero aumenta el riesgo y, por lo tanto, trabajamos para reducir la presión arterial.
“El límite para el agotamiento del ozono se superó en la década de 1990, pero, gracias a las iniciativas globales, catalizadas por el Protocolo de Montreal, este límite ya no se transgrede”.
La nueva evidencia científica ahora permite al equipo cuantificar el límite de la carga de aerosoles atmosféricos. Este límite aún no se ha transgredido, pero las presiones crecientes son evidentes en las grandes regiones donde la contaminación por partículas de aire afecta a los sistemas monzones.
LA HUMANIDAD HA TRANSGREDIDO LOS LÍMITES
El límite de las nuevas entidades ya se ha cuantificado, y la evaluación confirma que se ha transgredido. Incluye la introducción y acumulación de todos los nuevos compuestos químicos creados por los seres humanos, como microplásticos, pesticidas y residuos nucleares.
El límite de agua dulce ahora se refiere tanto al agua verde (agua invisible, retenida en el suelo y las plantas en granjas, bosques) como al agua azul (agua visible en ríos, lagos) —ambos límites se transgreden.
Se ha introducido un nuevo enfoque para evaluar dinámicamente la integridad de la biosfera. Esto revela evidencia de un funcionamiento deficiente de los ecosistemas, lo que demuestra que la frontera ya había sido transgredida a finales del siglo XIX, cuando la agricultura y la silvicultura mundiales vieron sus primeras grandes expansiones.
“El marco de los límites planetarios ayuda a los científicos a rastrear y comunicar cómo estas crecientes presiones están desestabilizando nuestro planeta. La Tierra es un planeta vivo, por lo que las consecuencias son imposibles de predecir.
Es por eso que estamos trabajando cada vez más con los responsables políticos, las empresas y la sociedad en general para tratar de mitigar las presiones en todas las fronteras”, subraya la coautora Sarah Cornell.
La nueva evaluación de los límites planetarios subraya los estrechos y complejos vínculos entre las personas y el planeta. Proporciona una base para esfuerzos más sistemáticos para proteger, recuperar y reconstruir la resiliencia de la Tierra. N