La humanidad corre el riesgo de quedar atrapada en 14 trampas evolutivas, que van desde los puntos de inflexión del clima global hasta la inteligencia artificial desalineada, la contaminación química y la aceleración de las enfermedades infecciosas, indica un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Estocolmo y publicado este martes 14 de noviembre.
“La evolución de la humanidad ha sido una historia de éxito extraordinaria. Pero el Antropoceno, la época geológica propuesta formada por nosotros los humanos, está mostrando cada vez más grietas.
“Múltiples crisis globales, como la pandemia de covid-19, el cambio climático, la inseguridad alimentaria, las crisis financieras y los conflictos, han comenzado a ocurrir simultáneamente en algo a lo que los científicos se refieren como una policrisis”, indica el estudio.
TRAMPAS EVOLUTIVAS, CALLEJONES SIN SALIDA
“Los humanos son increíblemente creativos como especie. Somos capaces de innovar y adaptarnos a muchas circunstancias y podemos cooperar a escalas sorprendentemente grandes. Sin embargo, estas capacidades tienen consecuencias no deseadas.
“Simplemente hablando, se podría decir que la especie humana ha sido demasiado exitosa y, de alguna manera, demasiado inteligente para su propio bien futuro”, dice Peter Sögaard Jörgensen, autor del estudio.
La evaluación reúne ideas de una amplia gama de diferentes disciplinas científicas a través de las ciencias naturales y sociales y las humanidades, para comprender cómo evolucionó el Antropoceno y cómo la sostenibilidad global puede seguir evolucionando en el futuro.
“Al igual que muchos insectos se sienten atraídos por la luz, un reflejo evolutivo que puede hacer que los maten en el mundo moderno, la humanidad corre el riesgo de responder a nuevos fenómenos de manera dañina”, indica el investigador.
El nuevo estudio muestra cómo la humanidad podría quedarse atrapada en “trampas evolutivas”, callejones sin salida que se producen a partir de innovaciones inicialmente exitosas.
En un primer esfuerzo de alcance, identifican 14 de estos, incluida la simplificación de la agricultura, el crecimiento económico que no ofrece beneficios para los seres humanos o el medioambiente, la inestabilidad de la cooperación global, los puntos de inflexión climático y la inteligencia artificial.
DE 14, 12 TRAMPAS EVOLUTIVAS VAN EN ESTADO AVANZADO
“Las trampas evolutivas son un concepto bien conocido en el mundo animal. Al igual que muchos insectos son atraídos por la luz, un reflejo evolutivo que puede hacer que los maten en el mundo moderno, la humanidad corre el riesgo de responder a nuevos fenómenos de manera dañina”, explica Jörgensen.
La simplificación de los sistemas agrícolas es un ejemplo de tal trampa. Confiar en algunos cultivos altamente productivos como el trigo, el arroz, el maíz y la soja, ha significado que las calorías producidas se han disparado durante el último siglo. Pero también significó que el sistema alimentario se ha vuelto muy vulnerable a los cambios ambientales, como los extremos climáticos o las nuevas enfermedades.
De las 14 trampas evolutivas, 12 están en un estado avanzado, lo que significa que la humanidad está a punto de quedarse atascada hasta un punto en el que se vuelve muy difícil salir. Además, las sociedades siguen moviéndose en la dirección equivocada en 10 de estas 14.
PROBLEMAS SOCIALES Y AMBIENTALES CRECEN
Alarmantemente, estas trampas evolutivas tienden a reforzarse entre sí. Si las sociedades se quedan atrapadas en un callejón sin salida, es más probable que también se queden atrapadas en otras. Los dos callejones sin salida que actualmente están menos avanzados son la autonomía de la tecnología (inteligencia artificial y robótica) y la pérdida de capital social a través de la digitalización.
La nueva evaluación también analiza por qué las sociedades luchan tanto para salir de estas trampas. “Las fuerzas evolutivas que crearon el Antropoceno no funcionan bien a nivel mundial. En los sistemas globales de hoy en día, los problemas sociales y ambientales crecen en lugares que parecen distantes a las sociedades que podrían evitarlos. Además, abordarlos a menudo requiere una colaboración global a una escala con la que muchas fuerzas evolutivas a menudo no se alinean bien”, dice la investigación.
LA HUMANIDAD AÚN NO ESTÁ CONDENADA AL FRACASO
Esto no significa que la humanidad esté condenada al fracaso, argumentan los investigadores. “Sin embargo, debemos empezar a transformar nuestras sociedades activamente. Hasta ahora, el Antropoceno ha sido en gran medida un subproducto inconsciente de otros procesos evolutivos”.
Jörgensen explica: “Es hora de que los humanos se den cuenta de la nueva realidad y se muevan colectivamente a donde queremos como especie. Tenemos la capacidad de hacer eso y ya estamos viendo signos de tales movimientos.
“Nuestra creatividad y nuestro poder para innovar y colaborar nos equipan con las herramientas perfectas para diseñar activamente nuestro futuro. Podemos salir de los callejones sin salida y los negocios como de costumbre, pero para eso, debemos fomentar la capacidad de la agencia humana colectiva y los entornos de diseño donde pueda florecer”. N