El lago Crawford es diminuto como otros miles que hay en Canadá. Pero lo que hay bajo su superficie lo vuelve extraordinario: la excepcional conservación de sus capas geológicas lo convierte en la nueva referencia mundial del Antropoceno.
EL LAGO CRAWFORD, EL “CLAVO DE ORO”
Cuenta la leyenda local que este lago no tiene fondo. Los sedimentos muestran, más que en ningún otro lugar de la Tierra, que el hombre ha transformado el planeta a todos los niveles. Y eso incluye el nivel geológico, en la composición física de este planeta.
Desde hace años, los geólogos intentan establecer el lugar del mundo (conocido como el “clavo de oro”) que constituya el mejor punto de referencia para esta propuesta de nueva época geológica, sinónimo del considerable impacto de la actividad humana sobre el planeta.
EL ANTROPOCENO ESTÁ EN EL LAGO CRAWFORD
Ese lugar es el pequeño lago Crawford, ubicado en la provincia canadiense de Ontario, a las afueras de Toronto, la principal ciudad de Canadá, según anunció este martes 11 de julio el grupo de trabajo sobre el Antropocentro, creado por la Comisión Internacional de Estratigrafía (ICS).
“El lago es muy profundo, pero no es muy grande. Esto significa que el agua no se mezcla hasta el fondo, por lo que los sedimentos que se acumulan no se alteran”, explica Francine McCarthy, de la Universidad de Brock, con quien la AFP se reunió en abril, cuando se tomaban las últimas muestras para seleccionar el “clavo de oro”.
Durante su larga investigación, el equipo multiinstitucional recopiló sedimentos del lago Crawford a través de un proceso llamado “cobando de congelación” en el que el material orgánico se congela en el exterior de un tubo hueco, lleno de hielo seco y etanol, que se deja caer en el suelo fangoso del lago.
UN REGISTRO DE LA HISTORIA HUMANA
Desde los núcleos, los investigadores pueden ver capas anuales de sedimentos llamadas varves que se asemejan a anillos de árboles. Los varvos desde mediados del siglo XX en adelante contienen depósitos de subproductos de fabricación humana, como el plutonio-239, microplásticos, fertilizantes y cenizas volantes.
El lago Crawford está clasificado como un lago meromictico, lo que significa que sus capas de agua no se mezclan. McCarthy dice que esta característica, y la profundidad del lago, han permitido a los científicos obtener un registro preciso de la historia humana y natural de la zona.
Los científicos indican que la elección del lago Crawford es “un paso muy importante hacia adelante en la definición del Antropoceno como un nuevo tiempo geológico y la culminación de una gran cantidad de trabajo”, porque los rápidos cambios en el crecimiento de la población, la industrialización y la globalización después de la Segunda Guerra Mundial y el uso de la bomba atómica “han alterado significativamente la Tierra”. N