En el mundo de las finanzas y la banca corporativa, a veces se necesita más que números y estrategias para crear un impacto real en la comunidad. Silvana Montenegro, líder Global de Avanzando Hispanos y Latinos en JPMorgan Chase, ha demostrado que para avanzar en América corporativa el poder de la conexión humana es un activo tan importante como la preparación mas especializada.
Desde pequeña, la ejecutiva brasileña comprendió la importancia de explorar el mundo y de contribuir al bienestar de la sociedad. “Tuve dos influencias muy importantes en mi vida: Mi abuela, una activista que siempre pensaba en los demás y hacia servicio social, y mi padre, un pequeño empresario que amaba conocer otras culturas y que hizo de viajar con él toda una escuela. Desde muy chica aprendí que uno tiene que salir de su burbuja y ver el mundo, y que todo lo que uno hace tiene que ser por el bien de los demás y no solo por uno mismo”, comparte con Newsweek en Español desde sus oficinas en Nueva York.
Silvana se define como “puro corazón y empatía”, lo que la llevó a estudiar psicología en la Universidad de São Paulo, y finalmente, a embarcarse en una carrera en recursos humanos en JPMorgan Chase, en donde descubrió un nuevo campo para aplicar su pasión por las interacciones humanas. Es una trayectoria de 26 años consecutivos en la firma, los primeros 17 apoyando el negocio de América Latina en diversas áreas, llegando a ser Directora de Talento, Diversidad e Inclusión.
En 2022 fue nombrada la primera directora global de Promoción de Hispanos y Latinos de JPMorgan Chase, una función que va más allá de ser un trabajo; si no una misión para crear acceso y oportunidades para el mercado Hispano en los Estados Unidos.
“Cuando inicié en esta posición lo primero que hice fue reflexionar sobre quien es esta comunidad para entender y representar su voz. Para mí lo que nos identifica es primero nuestra resiliencia, porque no importa qué tipo de dificultad tenga un latino va a luchar por lograr sus objetivos. Segundo es el impacto que tenemos. En los Estados Unidos aportamos 2.8 billones en GDP a la economía americana, si fuéramos un país seriamos la quinta economía más grande del mundo. Pero lo tercero es que el 30% de los latinos adultos en este país no tienen acceso, o tienen acceso insuficiente, a servicios bancarios. La inequidad de riqueza es enorme”, asegura.
Los latinos constituyen hoy casi el 20 por ciento de la población de los Estados Unidos, lo que los convierte en uno de los grupos demográficos más jóvenes, dinámicos y de mayor impacto para la economía del país. La pregunta es, ¿cómo abordar la brecha y promover el crecimiento económico de este segmento? El enfoque de Silvana es claro: “escuchar, observar y ayudar”.
Por ello en JPMorgan Chase el compromiso no se limita a servicios financieros, pues también ofrecen coaching a través de consultores en centros comunitarios en todo el país. Esta atención individualizada es esencial para el desarrollo de las personas que buscan apoyo, y se ofrece independientemente de si son clientes del banco o no. “En el caso de las pequeñas empresas, nos preguntamos siempre como podemos ayudarlas a seguir creciendo, y cuando desarrollamos iniciativas pensamos a largo plazo, no solo ofreciendo acceso a capital, pero una estrategia que acompañe a nuestros clientes a través de varias etapas de crecimiento”.
Un ejemplo de este enfoque es su colaboración con organizaciones como The Latino Business Action Network en programas que se centran en las empresas latinas que buscan superar el “millón de dólares” en ingresos. “Este esfuerzo busca reducir la brecha en la obtención de contratos gubernamentales y corporativos, allanando el camino para que sigan creciendo y prosperando”, comenta.
Otra de sus pasiones es conectar con las historias de vida y superación personal de sus colaboradores, lo que considera esencial para empoderar a equipos y personas de liderazgo para que alcancen su máximo potencial. Como ejemplo, JPMorgan Chase implementó un programa de pasantías para estudiantes universitarios de segundo año. “La mayoría de ellos no tenían acceso al mundo corporativo, y representaban la primera generación en sus familias en graduarse. Y el escucharles decir ‘Yo nunca me imaginé que iba a trabajar para una corporación como JP Morgan Chase, y ahora me siento con la preparación y la confianza para realmente decidir que es lo que quiero hacer de mi carrera’, es lo que mas me llena. El ayudarles a cumplir sus sueños es mi mayor satisfacción”.
“Entender las necesidades de nuestra comunidad y generar un impacto positivo es mi propósito de vida,” continua. Sin embargo, su camino no fue exento de retos, y los mentores que le tendieron la mano son los que la inspiran a impulsar a las nuevas generaciones.
Una de las lecciones más valiosas que comparte es la importancia de tomar riesgos y enfrentar desafíos. “Salir de mi zona de confort me cambió la vida, al principio no entendía nada de lo que pasaba en las juntas, pero fui aprendiendo hasta generar impacto en áreas de las que no tenía conocimiento”.
“Lo que le recomiendo a las personas es que si sientes un poco de miedo ante un reto, da el salto, al final todo se resuelve. La otra es que hay que saber manejar la retroalimentación, a veces es difícil escuchar las criticas, pero es necesario para seguir creciendo. Y la tercera es persistencia, nadie tiene una carrera perfecta, siempre hay retos y giros inesperados, pero hay que seguir hacia adelante sabiendo lo que valemos”.
Según Silvana, un aspecto crucial para valorarnos y lograr equidad en el trabajo, es cambiar una narrativa que se enfoca en los estereotipos culturales que persisten hacia la comunidad Hispana. “Apoyar a los Latinos es apoyar el crecimiento de la economía – pero todavía hay muchos prejuicios y hay que desmitificar estas percepciones”.
Y aunque principio de su vida no era consciente de ello, ahora su herencia latina es una parte integral de su identidad. “Cuando estaba en Brasil jamás cuestioné lo que representaba ser brasileña, pero cuando llegué a los Estados Unidos y de pronto me identificaron como hispana fue muy confuso para mí. En aquella época me ponía limitaciones por esta etiqueta. Me preocupaba cómo me iban a percibir en las reuniones, lo que podía decir o no decir… creo que no respiraba en algunas de estas juntas! Hasta que un día una de las directoras de diversidad me dijo ‘Silvana tienes un estilo tan diferente que es impactante’. Y eso me hizo un click y pensé ´¿por qué me estoy enfocando en lo que me falta en lugar de en lo que puedo contribuir?’ Cada uno de nosotros tenemos cosas increíbles que ofrecer, y desde entonces aprendí a ser yo misma”.
“Yo soy lo que soy porque vengo de una cultura amable y resiliente, y esto lo quiero transmitir a mis hijos”, concluye. “Celebro quienes realmente somos, y cada vez que ayudamos a que un latino haga sus sueños realidad, o cada vez que alguien aprende algo nuevo sobre nuestra cultura, cambiamos el mundo. Tengo un orgullo infinito de ser latina”. N