En una posible reforma fiscal para este año, se plantea la aprobación de una modificación en la jornada laboral que la reduce a solo 40 horas semanales. Sin embargo, esta medida ha generado preocupación por parte de los pequeños comercios, quienes temen las consecuencias negativas que esto podría acarrear.
Isaac Estrada Fragoso, presidente del Colegio de Contadores Públicos de Baja California, explica en una entrevista que esta reforma afectará especialmente a los prestadores de servicios, ya que incrementará sus gastos en nómina. Fragoso ejemplifica esta situación mencionando el caso de un restaurante, que se verá obligado a pagar al doble las primeras dos horas extra trabajadas por su personal y al triple el resto de la jornada, lo que se traducirá en mayores costos que podrían cargarse al consumidor final.
El aumento en los costos operativos de las empresas no es algo nuevo, ya que han tenido que adaptarse al incremento en el salario mínimo, la sobretasa del impuesto estatal y los aumentos en los días de vacaciones. Por lo tanto, la reducción de las horas laborales añadiría una carga adicional a estos pequeños negocios, que podrían enfrentar dificultades financieras aún mayores.
Es de suma importancia analizar detenidamente las implicaciones que esta posible reforma tendrá en los negocios para poder tomar acciones correctivas de manera anticipada. Fragoso enfatiza la necesidad de evaluar el impacto que esto podría generar en cada empresa, con el objetivo de encontrar soluciones que reduzcan el impacto negativo.
Dado que el partido en el poder cuenta con mayoría en el Congreso de la Unión, existe una alta probabilidad de que esta propuesta sea aprobada. Ante esto, los pequeños comercios se encuentran en una situación de incertidumbre y necesitan prepararse para hacer frente a los desafíos que este cambio pueda plantear.
En conclusión, la posible reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales en la reforma fiscal de este año plantea preocupaciones significativas para los pequeños comercios. Los aumentos en los costos de nómina podrían impactar negativamente a estos negocios y, por ende, a los consumidores finales. Es necesario analizar minuciosamente la situación y tomar medidas adecuadas para mitigar los posibles efectos adversos. N