La primera persona diagnosticada con autismo, Donald Gray Triplett, falleció a la edad de 89 años el pasado 15 de junio. De acuerdo con medios internacionales, el primer artículo científico sobre autismo fue un texto que citaba a Donald como el “Caso 1” de 11 niños, los cuales fueron estudiados por el psiquiatra de Baltimore, Estados Unidos, Leo Kanner. A nivel mundial, actualmente se calcula que 1 de cada 100 infantes tiene un trastorno del espectro autista (TEA), según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Gray Triplett nació en 1933 en Forsest, Mississippi. Fue hijo de Beamon y Mary, abogado y maestra de escuela, respectivamente. Desde niño, fue un individuo profundamente introvertido que nunca ofreció una sonrisa a su madre o respondió a su voz.
A tenor del medio BBC, todo el tiempo parecía estar en un mundo distinto, aparte, bajo su propia lógica y discurso. Además, tenía una manera especial de utilizar el lenguaje: constantemente hacía eco de términos que escuchaba decir a su alrededor. También pronunciaba una y otra vez palabras como “enredadera” y “crisantemo”, así como la frase “podría poner una pequeña coma”.
“FALTA DE CONTACTO CON LAS PERSONAS Y SOLEDAD EMOCIONAL”, TÉRMINO DADO POR KANNER
“En Navidad, a los dos años y medio cantaba villancicos que tan solo había escuchado cantar a su madre una sola vez y lo hacía con el tono de voz perfecto. Su memoria excepcional le permitía recordar el orden de un conjunto de perlas que su padre había colocado al azar en una cadena”, refiere en una descripción la British Broadcasting Corporation (BBC). Sin embargo, su brillante intelecto no evitó su ingreso a una institución especial, ya que así lo recomendó un médico.
Tiempo después, los padres de Donald acudieron a consulta del doctor Kanner, quien en un principio no estaba seguro en qué área psiquiátrica debía clasificar al menor. No obstante, tras varias visitas y después de atender a otros menores con conductas parecidas, este público un artículo donde establecía los términos para un nuevo diagnóstico: autismo.
De acuerdo con la entidad sin ánimo de lucro Federación Autismo Madrid, fue el primer profesional sanitario en diferenciar los síntomas de la esquizofrenia. Leo Kanner describía el TEA como “falta de contacto con las personas, ensimismamiento y soledad emocional”.
Entre sus publicaciones más famosas destaca Child Psychiatry (en español, Psiquiatría infantil), que fue uno de los primeros escritos de carácter psiquiátrico especializado en las problemáticas de la infancia. Otro fue su artículo Autistic Disturbances off Affective Contact (Trastornos Autistas del Contacto Afectivo), publicado en 1943.
AMANTE DEL GOLF Y LOS VIAJES, ASÍ FUE DONALD GRAY
Según refiere CNN, el documento de Kanner formuló la idea de que el autismo está relacionado con la falta de calidez de los padres. Esto fue denominado más tarde como la teoría de la “madre del refrigerador”, una concepción cruel y hoy desacreditada. Hasta sus casi 90 años, Donald vivía en una comunidad segura, tenía un Cadillac y su pasatiempo favorito era jugar golf, siempre y cuando no estuviera viajando.
El autismo, también denominado TEA, constituye un grupo de afectaciones diversas relacionadas con el desarrollo del cerebro. Si bien sus características se pueden detectar en la infancia, a menudo se diagnostican más tarde.
Frecuentemente, las personas con autismo presentan afecciones comórbidas como epilepsia, depresión, ansiedad y trastorno de déficit de atención e hiperactividad y comportamientos problemáticos, ya sea autolesiones y dificultad para dormir.
Aunado a lo anterior, el nivel intelectual de las personas con autismo cambia mucho de un caso a otro: va desde un deterioro profundo, hasta casos con aptitudes cognitivas altas, como sucedió con Donald Gray. N