Un análisis de sangre permite comprender, y eventualmente prevenir, los abortos espontáneos, explica un estudio publicado este miércoles 17 de mayo en la revista científica The Lancet. La investigación estuvo a cargo de un grupo de científicos dirigido por la ginecóloga danesa Henriette Svarre Nielsen, de la Universidad de Copenhague.
Los abortos espontáneos afectan a una de cada diez mujeres a lo largo de su vida, a menudo aún más en los países en los que la edad reproductiva es cada vez más tardía. Los estudios permitirán establecer si un aborto espontáneo se debe o no a una anomalía cromosómica.
UNA MUESTRA DE SANGRE “AYUDA A ENTENDER” LOS ABORTOS ESPONTÁNEOS
Contrariamente a lo que estaba admitido hasta ahora, la prueba se puede realizar al comienzo de un embarazo, a partir de la quinta semana. “Si se produce un aborto espontáneo, podemos tomar una muestra de sangre de la madre para conocer las características genéticas del feto”, explicó a la AFP Svarre Nielsen.
Hasta ahora, en Dinamarca sólo se ofrecía una prueba similar después de tres abortos espontáneos consecutivos, y si el embarazo alcanzaba las diez semanas de gestación o más. Ahora, en Hvidovre, a todas las mujeres que sufren un aborto espontáneo y acuden a urgencias se les propone la prueba. Más del 75 por ciento acepta.
“Esto ayuda a entender”, dijo una de ellas, que pidió permanecer en el anonimato porque no había hablado de lo ocurrido con todos sus allegados. Aislado y secuenciado después de la extracción de sangre, el ADN del embrión o del feto es analizado para determinar si es portador de una anomalía cromosómica importante y, por tanto, no viable. La respuesta es positiva en el 50-60 por ciento de los casos.
ANOMALÍAS CROMOSÓMICAS
Los médicos “verán si [los números de] algunos cromosomas son más problemáticos que otros. Esto les permitirá determinar un posible riesgo en el futuro”, explicó la técnica de laboratorio Lene Werge.
Si no hay anomalías cromosómicas, los médicos lanzan una investigación minuciosa. Los desequilibrios hormonales, las enfermedades endocrinas, los problemas de coagulación o el estilo de vida pueden explicar la interrupción temprana de un embarazo. Los médicos deben determinar los riesgos y proponer un tratamiento.
LOS ABORTOS ESPONTÁNEOS SON COMUNES
El proyecto, iniciado en 2020 y denominado COPL, sigue en curso y busca constituir una base de datos única, reuniendo patologías diferentes gracias al mayor número de mujeres jamás reunido. “Tendremos una base de datos fiable para responder correctamente a las preguntas relativas a los abortos espontáneos, a la reproducción, pero también a la salud de las mujeres en general”, explicó la profesora universitaria.
Médica desde hace más de 20 años, quiere hacer evolucionar las prácticas del personal de cuidado de la salud. “Los abortos espontáneos son muy comunes. Representan el 25 por ciento de los embarazos. Pero a pesar de ser tan frecuentes, durante muchos años solo se vació el útero de la gestante después de la pérdida de un embarazo” sin prestar atención a los mecanismos que lo causaron ni al impacto en la salud mental de las parejas, señaló. N