Si bien no existe una cifra aproximada para el número de veces que un mosquito puede llegar a picarnos a lo largo de nuestra vida, alguna vez todos hemos sido “fuente de alimento” para estos insectos. Unos minutos después de la picadura, notamos un pequeño bulto hinchado y enrojecido en la piel. Aunque la mayoría suelen ser inofensivas, sí causan molestia y hasta pueden llegar a infectarse. Bajo este planteamiento, ¿cómo podemos aliviar la zona afectada?
Cuando un mosquito penetra para alimentarse de sangre, su saliva se inyecta en nuestra piel. Por contener sustancias extrañas e irritantes, el cuerpo reacciona creando una protuberancia, enrojecimiento y picazón. La hinchazón aparece poco después de la picadura, mientras que la comezón se presenta más tarde, alcanzando su punto máximo entre las 24 y 36 horas tras la succión de sangre.
Aunque las picaduras de mosquito no suelen ser un motivo de preocupación, el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) recomienda tratar el área con agua y jabón. Además, los síntomas pueden mejorar si usas una bolsa de hielo para reducir la inflamación y aplicando loción de calamina o una crema de hidrocortisona.
Otra forma —menos convencional— para reducir la picazón en la piel es aplicar una pasta de bicarbonato de sodio y agua durante diez minutos, para luego enjuagar. Sin embargo, los expertos hacen hincapié en no rascarse, ya que puede llegar a infectarse.
REACCIÓN ALÉRGICA POR LA PICADURA DE MOSQUITO
Según los expertos del Hospital Houston Methodist, en Estados Unidos, algunas personas experimentan una reacción alérgica a la saliva de mosquito. El tipo más común es el denominado “síndrome de Skeeter”, que consiste en reacciones grandes inducidas por los mosquitos acompañadas de fiebre.
Estas reacciones pueden variar en tamaño desde 3 a 12 centímetros. Se caracterizan por enrojecimiento, picazón, hinchazón y calor. En ocasiones, incluso pueden generar ampollas y ser dolorosas. En casos más severos, pueden presentarse fiebre y fatiga general.
EL síndrome de Skeeter no es un problema médico grave. Por lo general, se resuelve por sí solo en un lapso de tres a diez días. Sin embargo, los analgésicos pueden aliviar el dolor y la fiebre. En tanto, los antihistamínicos orales y la crema de hidrocortisona ayudan a reducir la picazón.
Entre la población más afectada para desarrollar esta reacción alérgica destacan los bebés, niños, inmigrantes de una nueva región, personas con sistemas inmunológicos débiles y quienes están frecuentemente al aire libre.
Aunque es raro, también son posibles las reacciones alérgicas sistémicas a las picaduras de mosquitos. Algunos síntomas de alerta son: urticaria, náuseas, vómitos, hinchazón de garganta, dificultada para respirar, sibilancias (sonido silbante y chillón durante la respiración) y letargo. Lo anterior, describe a los signos de anafilaxia, una reacción alérgica potencialmente moral.
EN SU SALIVA ESTÁN LAS ENFERMEDADES
Aunado a todo ello, los expertos indican que las picaduras de mosquito también son una forma de que los gérmenes graves, como el virus del Nilo Occidental o el Zika, invadan y se propaguen. Las enfermedades transmitidas por mosquitos son comunes en América Latina.
Por ejemplo, la enfermedad vírica Chikungunya es transmitida por mosquitos infectados. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el continente americano se detectó por primera vez en diciembre de 2013 en islas del Caribe. Más de 15,000 casos sospechosos fueron reportados en esta zona geográfica.
De conformidad con los especialistas del Hospital Houston Methodist, evitar las picaduras también puede ayudarte a prevenir futuros episodios del síndrome de Skeeter, para cualquier persona propensa a esta reacción alérgica.
Una de las formas más importantes de control de mosquitos es usar repelente cuando estás al aire libre, usar mangas largas y pantalones cuando sea posible, cubrir con mosquiteros las cunas de los bebés y, sobre todo, eliminar el agua estancada alrededor de tu casa como el líquido que se acumula en las macetas. N