En medio de un tumulto morado con tintes verde esmeralda, Fernanda Ramírez se distingue entre las pancartas con consignas y demandas feministas. De gorra rosa y pantalón de mezclilla, en un fular elástico de color azul descansa su bebé de seis meses, quien junto a ella forma parte de la protesta del 8M 2023 en la Ciudad de México, con motivo del Día Internacional de la Mujer.
Sosteniendo con una mano la cabeza del infante y en la otra una carriola, en donde el capazo debería alojar al bebé, un cartel con fondo negro y letras moradas dice. “Solo maternidades deseadas criarán infancias felices”.
Bajo un estado sereno, a paso lento y acuerpada por los demás contingentes, Fernanda lanza un grito de “¡Nunca más!”, en un país donde al menos 11 mujeres son asesinadas al día y solo 24 por ciento de los casos es investigado como feminicidio.
De acuerdo con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, únicamente en los primeros diez meses de 2022, se registraron 3,155 asesinatos de mujeres; aunque en su gran mayoría son abordados como homicidios dolosos.
“Es mi primera marcha porque no pude venir el año pasado, ya que estaba embarazada. Busco igualdad para todas y también, para enseñar a mi hijo a que tú seas un lugar seguro”, menciona la joven madre a Newsweek en Español, mientras camina sobre avenida Reforma frente a la Glorieta de las mujeres que luchan, lugar que por muchos años albergó la estatua de Cristóbal Colón, pero hoy representa un centro simbólico de las protestas y acciones civiles de miles de mujeres.
“EL 8M ES UNA EXPERIENCIA REVELADORA”
Además de Fer —como le nombran sus amigas—, otra joven de 24 años alista su rótulo café y aprovecha a comprar un pañuelo morado para colocarlo alrededor de su cuello, antes de partir hacia el Zócalo capitalino con Amnistía Internacional México.
Ese día es de contienda, pero a su vez figura una fecha importante para los comerciantes, aquel trabajo informal en donde ambos sexos cooperan para vender agua embotellada, paliacates morados y verdes —con precios que rondan entre los 25 y 30 pesos—, papas, hamburguesas veganas, gaznates, varas con humo de colores, banderas impresas con el puño feminista y demás artículos que puedan servir de lucha.
“Es una experiencia reveladora con sentimientos encontrados, observo que hay mujeres indignadas, hartas de tanta violencia en México y a nivel mundial. Hago énfasis en la participación de niñas, esta nueva generación que desde nuestra trinchera estamos formando y educando a no quedarse calladas. Sin duda, tendremos un impacto social a lo largo de los años, al no crecer con ideas machistas cuando antes era quedarte en casa y aceptar la realidad que tus padres te mostraban”, comenta Karla Fuentes, estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Vestida de negro y con mascarilla, añade que es su primera movilización en la capital del país. Su primera protesta fue en Nezahualcóyotl, Estado de México. Una peculiaridad en cada 8 de marzo es el aprovechamiento de la marea morada que florece con las jacarandas para tomarse fotos sosteniendo sus carteles en recintos históricos.
Delante de la valla metálica que resguarda el Hemiciclo a Juárez, una mujer posa con su hija para atesorar ese momento. Ambas con brillantina rosa en el rostro, sonríen abrazadas para ser capturadas con una cámara celular.
MADRES Y PADRES PIDEN JUSTICIA PARA SUS HIJAS, VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO EN MÉXICO
Además del folclor que regala el 8M a miles de participantes “primerizas”, otras decenas de mujeres y unos cuantos hombres deben asistir para que sus familiares tengan justicia. Uno de ellos es José Luis Castillo, quien año tras año continúa en la lucha para encontrar a Esmeralda Castillo. El señor de 62 años se ha vuelto muy querido entre las convocantes. Cada 8 de marzo lleva una lona tipo sarape con el rostro de su hija, quien desapareció el 19 de mayo de 2009 en avenida Vicente Guerrero, esquina con Rafael Velarde, en Ciudad Juárez, Chihuahua. Tenía 14 años cuando sucedió aquel hecho funesto, en enero habría cumplido 27.
Otro caso es el de Jael Martínez Pren, de 26 años, cuyo crimen estremeció a familiares, amigos y población en general. La joven madre desapareció el 12 de diciembre de 2022 después de avisar que iba a casa de su exnovio a recoger sus pertenencias.
Tres días después de no tener información, su cuerpo decapitado fue encontrado en un lote baldío. La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) abrió la carpeta correspondiente con el protocolo de feminicidio. En tanto, la Policía de Investigación continúa la búsqueda de la expareja, al ser el principal sospechoso del crimen.
PROTESTA TERMINA CON FOGATAS
De acuerdo con una tarjeta informativa de la Secretaría de Gobierno y la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), el 8M 2023 registró una asistencia de 90,000 participantes, quienes partieron de distintos puntos de Paseo de la Reforma, Monumento a la Revolución y El Ángel de Independencia.
Fueron aproximadamente siete horas de multitudinarios gritos, demandas, cantos y brincos, cuya movilización culminó en Plaza de la Constitución, frente a Palacio Nacional, con fogatas encendidas para quemar las pancartas, bailar y gozar un feminismo ávido que ha permitido accionar en el plano legislativo con reformas como la Ley Ingrid, Olimpia y quizá en un futuro cercano, la Ley Matilde. N