Unos 40 jefes de Estado y de Gobierno, más 75 ministros de Exteriores y Defensa participan desde este viernes 17 de febrero en la Conferencia de Seguridad de Múnich, en Alemania.
Este es uno de los principales foros internacionales del año en política exterior y de seguridad, en su primera edición tras el estallido de la guerra en Ucrania, tema que será dominante durante los próximos tres días, en particular, por el protocolo actual de ayuda militar internacional a Kiev y con la ausencia de Irán y de Rusia, este último país que no contará con representación en el evento por vez primera en 20 años.
Entre los participantes estarán el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el primer ministro británico, Rishi Sunak, y el canciller alemán, Olaf Scholz. También, los presidentes de la Comisión Europea y el Consejo Europeo, Ursula von der Leyen y Charles Michel; el máximo diplomático de la UE, Josep Borrell; el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva.
Estados Unidos estará representado por partida doble en la figura de la vicepresidenta, Kamala Harris, y de su secretario de Estado, Antony Blinken. Hay que destacar que China acudirá finalmente a la cumbre, a pesar de las recientes fricciones por la crisis de los supuestos globos espía, en la figura de su poderoso ministro de Exteriores, Wang Yi.
Además, no se descarta una reunión con su homólogo estadounidense después de que el viaje de este último a China quedara suspendido por este episodio de tensión.
“CONFERENCIA DE MÚNICH NO SERÁ UN ESPACIO PARA LA PROPAGANDA DEL KREMLIN”
Como ya ocurriera el año pasado, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, participará en la conferencia con un discurso en el que trasladará las necesidades inmediatas de su país en este momento de la guerra.
“Más armas, más munición y la adopción de medidas políticas en un futuro para facilitar a Ucrania aviones de combate”, comentó en Instagram el ministro de Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleba.
La ausencia de Rusia se decidió finalmente por el nuevo presidente del evento, Christoph Heusgen. El que fuera asesor de Exteriores de la entonces canciller de Alemania, Angela Merkel, confirmó que Moscú no recibió invitación para que el foro no se convirtiera en un “espacio para la propaganda del Kremlin”, según declaró al portal ucraniano Ukrinform.
En tanto, el ministro de Defensa de Alemania, Boris Pistorius, abrió los prolegómenos con un llamamiento al incremento del gasto militar de su país, más allá del objetivo del dos por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).
“Por supuesto, todavía tendremos que acordarlo en la coalición (de Gobierno), pero debe quedar claro que tenemos una serie de tareas por delante que es imposible cumplir por debajo de ese porcentaje”, explicó a su llegada a la sede del evento, el hotel Bayerischer Hof del centro de Múnich.
“La conferencia siempre se ha concebido como un lugar de entendimiento y diálogo. Lo nuevo es que todo esto está teniendo lugar mientras la guerra sigue adelante en suelo europeo”, aseveró el ministro.
Las declaraciones del funcionario se dieron antes del comienzo de una cumbre que pretende abordar otras cuestiones más allá de la guerra y de las relaciones entre Estados Unidos y China, entre ellas, y por encima de todo, la situación en el hemisferio sur del planeta, caracterizada en parte por las recientes crisis políticas en territorios de África y países latinoamericanos como Perú. N
(Con información de Europa Press)