“Amelia” es un condominio de lujo conformado por 38 exclusivos departamentos de dos y tres recámaras ubicado en Aldea Zamá, Tulum, Quintana Roo. La construcción y venta de estas propiedades está a cargo de la empresa Lemon, que desarrolla este tipo de negocios en España, México y Estados Unidos. En este país también tiene condominios en Guanajuato, Ciudad de México, Querétaro y Puebla.
Lemon promociona como uno de los mayores atractivos de “Amelia” el diseño del edificio y las áreas comunes; sin embargo, algunos dueños señalan que hay zonas dentro del condominio que se mantienen desperfectos.
Hace cinco años, en 2018, un grupo de personas quedó fascinado con lo que ofrecía el complejo departamental y adquirió varios departamentos. A algunos clientes les entregaron su propiedad dos años y medio después de su compra y sin que la construcción estuviera finalizada por completo, argumentaron.
“A algunos departamentos les hace falta el aire acondicionado, el agua de las jardineras se filtra hacia otros departamentos, las puertas no cierran, no hay seguridad y ya entraron a robar a los departamentos; no sirven los elevadores, no tienen finalizadas las áreas comunes que prometieron que encontraríamos los dueños al llegar a habitar los espacios”, comenta en entrevista con Newsweek en Español uno de los dueños, cuyo nombre prefiere mantener en anonimato por seguridad.
Un departamento con terraza y tres recámaras tiene un costo de 320,000 dólares. Sin embargo, los costos varían y llegan hasta los 680,000 dólares. El primer pago se hizo directamente a Lemon y fue del 30 por ciento del monto. Posteriormente, el 70 por ciento restante se realizó a través de Actinver, fiduciaria del proyecto.
VICIOS OCULTOS
A ellos recurrieron los clientes para reclamar las grandes afectaciones que tiene el condominio, y se les recomendó demandar. Sin embargo, les advirtieron: “Fórmense en la fila de las demandas porque hay muchas adelante de ustedes”.
Algunos de ellos han decidido no demandar porque su jurisdicción no está en Cancún, por lo que los costos de la demanda aumentan a varios miles de pesos. “Gastamos 320,000 dólares por cada departamento. Sin embargo, no hay seguridad, hay diversos desperfectos dentro de los departamentos. Además, si eso no fuera suficiente, el fraude, entregaron nuestros datos personales a otra empresa para que se encargara de la administración del edificio sin consultarnos, cuando primero debíamos conocernos entre vecinos y determinar si queríamos un administrador externo.
“Actualmente, aproximadamente dos tercios de los compradores no han escriturado debido a esos incumplimientos. Mientras, quienes sí escrituraron de buena fe, bajo el compromiso de Lemon de resolver todos los problemas con los acabados y los vicios ocultos, no hemos tenido respuesta y hemos sido doblemente engañados.
EL AGUA HUELE A AZUFRE
Otro de los mayores problemas que tiene estos exclusivos condominios es el agua. De acuerdo con el cliente que conversó con este medio, no se pueden bañar porque “el líquido huele a azufre”.
Newsweek en Español contactó a la empresa Lemon para conocer su punto de vista. Guillermo Fernández de Mazarambroz Arespacochaga, socio y director general de la compañía, respondió que Lemon es el gestor del proyecto y no el dueño.
Sin embargo, señaló, “todas las unidades que han sido escrituradas se han entregado con la satisfacción de los clientes y está reconocido por ellos en la propia escritura de adquisición de los inmuebles”.
Explicó que, “como en cualquier entrega, tras la escritura se realiza una inspección del inmueble por parte del comprador junto con representantes de la propiedad. En dicha inspección suelen salir detalles que el comprador solicita sean reparados. Se fija una fecha para efectuar dichas reparaciones y una vez realizadas se presentan al cliente, quien firma el acta de entrega a satisfacción”.
Si en algún caso, como ha sucedido, admite, se encuentra un desperfecto o vicio oculto, como humedad en las paredes, “estos se atienden de forma inmediata” conforme a la garantía que tiene validez de uno a tres años.
Fernández de Mazarambroz Arespacochaga dijo que actualmente este procedimiento se ha llevado a cabo con todos los condóminos de “Amelia” y se está en el proceso de atención de detalles o, en su caso, vicios ocultos.
RESPUESTA POR PARTE DE LEMON
“La intención es seguir atendiendo dichos detalles hasta lograr la satisfacción de nuestros clientes”, añadió. Sobre la problemática de las áreas comunes, indicó que se presentó una falla en el área de la alberca, “mismo que al día de hoy ya está resuelto”, argumentó Fernández, quien presentó imágenes recientes.
Si hay algo que se está arreglando ahora mismo (como una filtración en el gimnasio), explicó, es porque ha surgido hace poco y se está reparando. “Es probable que la queja de algún cliente venga de la situación que pudo haber vivido cuando escrituró su departamento, pero en realidad, las fotos demuestran que el proyecto está listo”.
Fernández también hizo referencia al tema de la seguridad y explicó que las 24 hora del día el condominio cuenta con vigilancia a la entrada (como cualquier otro edificio). “Hay seguridad, pero no podemos vigilar de manera individual cada uno de los departamentos”.
Sobre la problemática del agua con olor a azufre, dijo: “Un propietario experto en el tema constató que la cisterna está en perfectas condiciones y es el agua en toda la región la que presenta ese olor; sin embargo, Lemon decidió colocar un suavizante al agua, pero es responsabilidad de todos los vecinos darles mantenimientos a sus tinacos”.
Fernández insistió que al día de hoy no existe ninguna queja o denuncia formal en contra de Lemon por el condominio “Amelia” o cualquier otro, y señaló que mantiene un chat de WhatsApp con los dueños de los departamentos y nadie ha tenido queja alguna más allá de las que ya ellos entienden.
A su vez, comentó que cuando hay un desperfecto se hace un documento donde se comprometen a solucionarlo y es el cliente quien también lleva un registro. Además, explicó, las áreas comunes no se han entregado porque debe haber un 50 por ciento de los departamentos escriturados para que se conforme un comité que se haga cargo, entre otras cosas, de la representación vecinal. N
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