Luego de estar cerrado durante tres días, el domingo 9 de octubre el emblemático callejón del beso de Guanajuato volvió a recibir a visitantes y turistas en su angosto paso para revivir la experiencia de la leyenda local entre doña Ana y don Carlos. La semana pasada, la administración del alcalde de Guanajuato capital, Alejandro Navarro Saldaña, solicitó la clausura de este atractivo turístico tras un conflicto entre los dueños del inmueble y fotógrafos de la zona.
El callejón del beso es uno de los sitios de mayor importancia en el Centro Histórico guanajuatense. El conflicto se dio entre la propietaria del inmueble, que corresponde al balcón de “Doña Ana”, según la leyenda local, y fotógrafos ambulantes.
Ante las constantes fricciones y amenazas entre los involucrados, después de que la propietaria incluyera el servicio de fotografía artística a los visitantes, el conflicto creció hasta llegar a los golpes y la intervención de las autoridades con la detención de tres personas, según medios locales.
El callejón del beso, cuya estrechez se acentúa a la altura de dos balcones que casi se tocan, dio origen a la leyenda de amores desafortunados y trágicos entre don Carlos y doña Ana, quienes se citaban clandestinamente en esos balcones. Ana murió a manos de su padre cuando la descubrió en el legendario beso. Dice la leyenda que las parejas que se besan en el tercer escalón tienen garantizados siete años de felicidad. Este ritual es ya una tradición para las parejas que visitan este lugar.
UN ACUERDO QUE NADIE RESPETÓ
Con las fricciones de por medio, la Dirección de Fiscalización y Control de Reglamentos del municipio intervino con un documento denominado Acuerdo de Buena Voluntad para que hubiera armonía entre las partes. Sin embargo, no se respetó.
Según Paloma Lacayo, ingeniera bioquímica con maestría en artes y exdirectora del Museo de las Momias de Guanajuato, el municipio cuenta con un reglamento para la comercialización en la vía pública. En este se aclara cuáles son las actividades económicas permitidas en el Centro Histórico de Guanajuato capital, donde la actividad de los fotógrafos ambulantes no está incluida.
“Más allá de las festividades y tradiciones de Guanajuato capital, esta actividad económica, de toma de fotografía, no está regulada y no se asocia con ninguna festividad ni tradición”, explica Paloma Lacayo, también investigadora de la legislación y bioética aplicada, en entrevista con Newsweek en Español.
El Diagnóstico de Competitividad y Sustentabilidad de Ciudades Patrimonio de la Humanidad y de la Ciudad de Guanajuato del Estado de Guanajuato 2013, de la Secretaría de Turismo muestra que el callejón del beso es parte de los ochos principales atractivos turísticos en la ciudad.
¿QUÉ DICE EL REGLAMENTO?
Paloma Lacayo explica que el reglamento para la comercialización en vía pública señala que las acciones económicas en el espacio público de los callejones tienen que ser avaladas por acuerdo del ayuntamiento que, en el caso de los fotógrafos ambulantes, nunca existió.
“Operan de manera ilegal, al margen de este reglamento. Más allá de eso, la propietaria ha sido clara en el sentido de que su pretensión no es que ellos dejen de realizar su actividad, sino que, sencillamente, no se propicien tensiones, acoso y hostigamiento. Es decir, eliminar esas conductas violentas para que cada quien, en una sana competencia, tenga la posibilidad de ofrecer sus servicios. Ella dentro de su inmueble y ellos, en el espacio público”, añade.
En Guanajuato capital, la falta de regulación a los prestadores de servicios llevó a que el callejón del beso, uno de los ocho principales atractivos turísticos en la ciudad, fuera clausurado. Según se señala en el reglamento para la comercialización de la vía pública, el municipio es el encargado de estas regulaciones.
“Lo que sorprende es que el gobierno municipal renuncie a su punibilidad de ejercer la acción de la autoridad para hacer cumplir los reglamentos y opte por bloquear una vialidad de trascendencia icónica y emblemática dentro del centro histórico”, denuncia Lacayo.
DESCONTENTOS, LOCALES Y TURISTAS
Desde el mismo jueves 6 de octubre que fue clausurado el callejón del beso, guanajuatenses y turistas se mostraron inconformes con la decisión del ayuntamiento. Los reclamos y el descontento de quienes llegaban a visitar este sitio crecieron de manera impresionante.
Paloma Lacayo señala que esta decisión “es un problema porque las personas llegan a Guanajuato con la expectativa de visitar el callejón del beso; mientras, a la población local se le obliga a recurrir a vías más largas para llegar a su destino porque hay que rodear el callejón cerrado”.
Y añade: “Aunque es un callejón angosto también es usado por la población por ser un atajo. Es una vía de acceso que las personas reconocen como propia y es un despropósito que la propia autoridad bloquee una vialidad cuando se tendría que garantizar el libre tránsito”.
En 1988, Guanajuato capital fue declarada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como “Ciudad histórica de Guanajuato y minas adyacentes” Patrimonio Mundial de la Humanidad.
UN ATRACTIVO “PEOR” CALIFICADO
Para los turistas, visitar el callejón del beso es parte de las leyendas que rodean al histórico municipio de Guanajuato capital. Además, se incluye en las guías de viaje que nacionales y extranjeros pueden consultar al planear su visita.
Desde el punto de vista turístico, lo que sucede en el sitio es una disputa entre particulares. Aunque el callejón del beso es un sitio público, las propiedades que están ahí o que se juntan son de dos particulares.
“Este lugar ha sido icónico por la cercanía de estos balcones, pero no es el único que se encuentra en condiciones similares en Guanajuato. Sin embargo, es el que más ha captado la atención, sobre todo, desde principios del siglo XX”, explica el Dr. en estudios de desarrollo Rafael Guerrero Rodríguez.
En 2018, el Dr. Guerrero Rodríguez desarrolló el “Análisis de opiniones acerca de atractivos turísticos en un foro de viaje digital. El caso de la ciudad de Guanajuato en TripAdvisor”, a partir de las opiniones de los turistas sobre su experiencia de viaje en los atractivos turísticos de la ciudad de Guanajuato.
Entre los resultados, se encontró que, de los diez atractivos turísticos evaluados, dos de ellos fueron los peor calificados. Estos son el callejón del beso y el Museo de las Momias.
En el estudio “¿Qué opinan nuestros turistas? Un análisis temático en TripAdvisor sobre atractivos turísticos de la ciudad de Guanajuato” se identificaron potenciales riesgos que pudieran afectar de manera negativa la visita al callejón del beso.
Entre ellas destaca que en este atractivo hay un acceso restringido y tiempo de espera excesivo. Asimismo, falta del mantenimiento necesario, cobros informales no previstos y ausencia de gestión pública.
CALLEJÓN DEL BESO, SIN GESTIÓN ADECUADA
Guerrero Rodríguez opina que lo que sucedió muestra que hay una falta de organización en la provisión de información y servicios turísticos. Ello porque el municipio nunca se ha hecho cargo de una gestión adecuada del atractivo.
Con gestión se refiere a que el municipio no administra la visita, no verifica que la visita sea buena, mala o regular. No verifica tampoco que los prestadores de servicios, es decir, la gente que dice la narrativa, que toma las fotos, que vende artículos, esté capacitada.
La falta de capacitación en las personas que prestan servicios ha provocado esta competencia desmedida entre las personas que sí están capacitadas. Ello aunado al conflicto de los dueños, quienes buscan explotar comercialmente su lugar.
Si bien, el conflicto entre particulares y fotógrafos ambulantes debe solucionarse, la ingeniera Paloma Lacayo recomienda que el municipio regularice la presencia de los fotógrafos por ser una actividad que no está permitida en el reglamento. “Si se diera el caso, habría que ser muy claros con las condiciones y la regulación de la conducta de las personas que se dedican a esta actividad”, solicita.
Desde el punto de vista turístico, el Dr. Guerrero Rodríguez explica que la clausura del callejón del beso y la no solución del conflicto afecta mucho la imagen local de un sitio considerado Patrimonio Mundial de la Humanidad.
“La repercusión ya no solo es nacional, sino internacional porque la gente va a decir: ‘En Guanajuato hay problemas. Los atractivos no están bien gestionados. Y eso va a generar una mala reputación y una mala imagen del destino”, advierte. N