Tras días de silencio, el lunes Irán negó “categóricamente” cualquier vínculo con el agresor que apuñaló el viernes en Estados Unidos al escritor británico Salman Rushdie, autor de la novela Los versos satánicos, 33 años después de la fetua del ayatolá Ruhollah Jomeini que lo condenó a muerte.
“Desmentimos categóricamente cualquier relación entre el agresor e Irán”, dijo Naser Kanani, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores. “Nadie tiene derecho de acusar a la República Islámica”.
Se trata de la primera reacción oficial de Teherán a la agresión contra el autor de 75 años, ocurrida en el anfiteatro de un centro cultural en Chautauqua, en el estado de Nueva York, el pasado 12 de agosto.
“En este ataque, solo Rushdie y sus partidarios merecen ser culpados e incluso condenados”, subrayó Kanani durante su rueda de prensa semanal en Teherán.
“Insultando los asuntos sagrados del Islam y cruzando las líneas rojas de más de 1,500 millones de musulmanes y de todos los seguidores de las religiones divinas, Salman Rushdie se expuso a la ira y a la rabia de la gente”, añadió.
PRIMERAS SEÑALES DE RECUPERACIÓN
Salman Rushdie “comenzó la recuperación”, dijo su agente ayer domingo, dos días después de ser apuñalado en un acto literario en el estado de Nueva York.
“Salió de la respiración asistida, de manera que comenzó la recuperación”, señaló el agente literario Andrew Wylie en una declaración enviada a varios medios.
“Llevará tiempo. Las heridas son severas pero su estado se encamina en la dirección correcta”, añadió.
Tras el ataque, el agente había informado que Rushdie podría perder un ojo y que también había sido herido en el hígado. La familia está “extremadamente aliviada” de que haya dejado la respiración asistida y dicho “unas pocas palabras”, señaló desde Londres su hijo Zafar en Twitter:
“Mi padre aún se encuentra en estado crítico en el hospital y está recibiendo un tratamiento intensivo y continuo”, señaló.
SALMAN RUSHDIE INCENDIA PARTE DEL MUNDO MUSULMÁN
Salman Rushdie, nacido en 1947 en India en una familia de intelectuales musulmanes no practicantes, incendió una parte del mundo musulmán. Esto por la publicación en 1988 de Los versos satánicos, novela considerada como blasfema por los más rigoristas, al entender que insultaba al Corán y al profeta Mahoma.
El fundador de la República islámica emitió en 1989 una fetua llamando a matar a Rushdie, que vivió durante años con protección policial. La fetua contra el escritor nunca fue retirada y, en estos años, varios de sus traductores han sufrido ataques, incluido el apuñalamiento mortal a su traductor japonés en 1991.
“La ira mostrada en ese momento (…) no se limitó a Irán y la República Islámica. Millones de personas en países árabes, musulmanes y no musulmanes reaccionaron con cólera” al trabajo de Salman Rushdie, recordó el lunes el portavoz de Asuntos Exteriores de Irán.
Kanani consideró “completamente contradictorio” “condenar la acción del agresor y absolver la acción del que insulta las cosas sagradas e islámicas” al mismo tiempo.
“HOMBRE VALIENTE”
El presunto agresor, Hadi Matar, es un joven estadounidense de origen libanés de 24 años, que ha sido acusado de “intento de asesinato y agresión”. Matar se ha declarado “no culpable” de los cargos. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo el domingo que los medios estatales iraníes se estaban “regodeando” por el ataque al intelectual.
“Es despreciable”, afirmó en un comunicado.
En Irán, el diario ultraconservador Kayhan elogió a Matar. Aludiendo a él como “ese hombre valiente y consciente del deber que atacó al apóstata y vicioso Salman Rushdie”. Javan, otro periódico ultraconservador, escribió el domingo que se trata de un complot de Estados Unidos con la “probable” intención de “propagar la islamofobia en el mundo”.
En Irán se trata de una cuestión delicada. Varias personas entrevistadas por AFP en los últimos días en Teherán se negaron a comentar sobre el ataque a Salman Rushdie, mientras que otros celebraron la agresión. N
(Con información de AFP)