En una decisión histórica, la Corte Suprema de Estados Unidos derogó este viernes una sentencia que durante casi medio siglo garantizó el derecho de las mujeres estadounidenses al aborto.
La decisión no hace que el aborto sea ilegal. Sin embargo, regresa a Estados Unidos a la situación anterior, es decir, cuando cada estado era libre de permitirlo o no.
Esto significa que la mitad de los estados podrían prohibir el aborto de inmediato. “La Constitución no hace ninguna referencia al aborto y ninguno de sus artículos protege implícitamente este derecho”, escribió el juez Samuel Alito.
El caso Roe vs. Wade, como era conocida la sentencia derogada hoy, “carecía totalmente de mérito desde el principio” y “debe ser anulado”, señaló el mismo juez. A su vez, añadió: “Es hora de devolver la cuestión del aborto a los representantes elegidos por el pueblo” en las legislaturas locales.
La decisión de este viernes se asemeja a un proyecto de sentencia que se filtró a principios de mayo y que provocó la movilización de sociedad civil y organizaciones en todo el país. Lo que dejó ver la desaprobación e indignación.
UNA SENTENCIA HISTÓRICA CONTRA EL ABORTO
Desde entonces, la situación era tensa en las inmediaciones del alto tribunal, acordonado por las fuerzas de seguridad para mantener a distancia a los manifestantes.
El 8 de junio incluso se detuvo a un hombre armado cerca del domicilio del magistrado Brett Kavanaugh y fue acusado de intento de asesinato.
La sentencia publicada el viernes “es una de las más importantes en la historia de la Corte Suprema desde su creación en 1790″, afirma el profesor de derecho sanitario Lawrence Gostin.
“Ya ocurrió en el pasado que cambie la jurisprudencia, pero para establecer o restituir un derecho, nunca para suprimirlo”, dijo a la AFP. La decisión va en contra de la tendencia internacional de liberalizar el aborto, con avances en países donde la influencia de la Iglesia católica sigue siendo fuerte, como Irlanda, Argentina, México y Colombia.
ATAQUE A LAS “LIBERTADES FUNDAMENTALES”
A su vez, la decisión empata con la política del expresidente republicano Donald Trump quien, durante su mandato, remodeló profundamente la Corte Suprema incorporando a tres magistrados conservadores (Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett) que apoyan la sentencia.
Su vicepresidente Mike Pence la aplaudió diciendo que el derecho al aborto queda enterrado “en el olvido” y se “ha corregido un error histórico”. El expresidente demócrata Barack Obama lo calificó por el contrario de ataque a las “libertades fundamentales”.
Concretamente la sentencia se basa en una ley de Misisipi que se contentaba con reducir el límite de tiempo legal para abortar. Desde la vista judicial de diciembre, varios jueces habían insinuado que tenían la intención de aprovechar la oportunidad para revisar la jurisprudencia de la Corte.
Los tres magistrados progresistas discreparon con la mayoría que, según ellos, “pone en peligro otros derechos a la privacidad, como la anticoncepción y los matrimonios entre homosexuales”. Además,”socava la legitimidad de la Corte”. N
(Con información de AFP)