La violencia contra los periodistas continúa cobrando víctimas alrededor del mundo. En 2021, según datos proporcionados por la Federación Internacional de Periodistas (FIP), al menos 45 profesionales de prensa fueron asesinados, ocho de ellos en México.

De acuerdo con la Federación, “esta cifra de 45 representa uno de los registros más bajos desde que la FIP comenzó a publicar informes anuales sobre periodistas muertos en incidentes relacionados con el trabajo”. Tal conteo incluye asesinatos selectivos, muertes por fuego cruzado y atentados con bombas.

Por su parte, la oenegé Reporteros Sin Fronteras (RSF) contabilizó 46 muertes, un número muy similar al presentado por la FIP.

No obstante, la cifra sí disminuyó con respecto al año pasado, cuando se registraron 65 periodistas asesinados.

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La FIP señaló que, “si bien esta disminución es una buena noticia, es poco reconfortante frente a la violencia continua que se ha cobrado la vida de periodistas en países como Afganistán (9), México (8), India (4) y Pakistán (3)”.

De igual forma, manifestó que las acciones que involucran conflictos armados “han disminuido en los últimos años debido a la escasa exposición de los profesionales de los medios de comunicación, que acuden cada vez menos a cubrir en lugares de conflicto armado”.

También argumentó que “las amenazas vinculadas al dominio de bandas criminales y cárteles de la droga, desde los barrios marginales de México hasta las calles de ciudades europeas en Grecia y Holanda, continúan aumentando”.

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Anthony Bellanger, secretario general de la FIP, anunció que “estos 45 colegas que hemos perdido este año nos recuerdan el terrible sacrificio que los periodistas de todo el mundo siguen haciendo para servir al interés público y permanecemos en deuda con ellos”.

De igual forma, agregó que es necesario seguir “abogando por la adopción de una nueva convención de las Naciones Unidas para la protección de periodistas que garantice la rendición de cuentas por los asesinatos de periodistas”.

Como conclusión, expresó que “la FIP cree que el único tributo apropiado a la causa por la que (estos periodistas) dieron sus vidas debe ser la búsqueda incesante de justicia para ellos”. N