CIENTÍFICOS del Hospital Universitario de Lausana y de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, Suiza, descubrieron un anticuerpo monoclonal de gran potencia que se dirige a la proteína de espiga del SARS-CoV-2 y es eficaz para neutralizar todas las variantes de interés identificadas hasta la fecha, incluida la variante Delta.
“Este trabajo científico, publicado en la prestigiosa revista Cell Reports, allana el camino para prometer nuevas aplicaciones terapéuticas como medicamento para proteger a las personas en riesgo, como los pacientes inmunodeprimidos. El nuevo anticuerpo también podría usarse como parte de la terapia combinada para reducir la gravedad de la enfermedad en personas infectadas con SARS-CoV-2″, explica en un comunicado el Hospital Universitario de Lausana.
El anticuerpo recién descubierto fue aislado de los linfocitos de un paciente con covid-19 como parte del estudio ImmunoCoV realizado por el Departamento de Inmunología y Alergología del CHUV.
“El anticuerpo es uno de los más poderosos identificados hasta la fecha contra el virus SARS-CoV-2. Su análisis estructural muestra que se une a un lugar que no es propenso a mutaciones en la proteína viral Spike. Gracias a esta estrecha interacción, el anticuerpo bloquea eficazmente la unión de la proteína Spike a las células que expresan receptores ACE2, que son el objetivo del virus para entrar e infectar las células pulmonares.
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“Al hacerlo, el anticuerpo detiene el ciclo de replicación viral y conduce a la eliminación del virus por el sistema inmunológico. Este efecto protector se ha demostrado in vivo, cuando los hámsteres tratados con anticuerpos estaban protegidos de la infección después de estar expuestos a una dosis altamente infecciosa de virus”.
Más allá de la actividad antiviral, los investigadores diseñaron el anticuerpo para que tenga una duración prolongada de acción en humanos. Un anticuerpo convencional no modificado tendrá efectos protectores hasta por 3 a 4 semanas. “Aquí, el anticuerpo desarrollado actuará durante 4 a 6 meses.
“Por lo tanto, se convierte en una opción preventiva muy interesante proteger a las personas vulnerables no vacunadas o a las personas vacunadas que no pueden producir una respuesta inmune; las personas inmunodeprimidas, las personas que se han sometido a un trasplante de órganos y algunos pacientes con cáncer podrán protegerse inyectando el anticuerpo de dos a tres veces al año”.
Ambas instituciones se han comprometido a desarrollar la misión de garantizar la producción y el desarrollo clínico de anticuerpos recién descubiertos. Está previsto que los ensayos clínicos comiencen a finales de 2022. N