La tensión crece en Los Ángeles tras tres días consecutivos de manifestaciones contra las redadas migratorias ordenadas por el presidente Donald Trump. En un hecho sin precedentes desde 1965, el mandatario republicano desplegó 2,000 efectivos de la Guardia Nacional en la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos, sin solicitud previa del gobernador del estado.
Las protestas, iniciadas el viernes, estallaron en rechazo a las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) dirigidas contra inmigrantes indocumentados. Las operaciones, ejecutadas a plena luz del día, han sido calificadas de “injustas” por activistas y ciudadanos, que denuncian la criminalización de comunidades enteras.
“¡ENVÍEN A LA TROPA!”: LA RESPUESTA DE TRUMP A LAS PROTESTAS
“Parece que realmente las cosas van mal en L.A. ¡¡¡ENVÍEN A LA TROPA!!!”, escribió Trump en su red Truth Social la madrugada del lunes, junto al llamado de “DETENGAN A LA GENTE ENCAPUCHADA, AHORA”. Su publicación se dio horas después de ordenar el despliegue militar en zonas clave de la ciudad, incluyendo instalaciones federales.
El presidente argumentó que no permitirá disturbios “en nuestro país” y sugirió que se podrían extender los despliegues a otras ciudades con protestas similares. “Estamos viendo tropas en todas partes”, dijo a medios de comunicación.
CENTRO DE LOS ÁNGELES MILITARIZADO Y DISTURBIOS EN AUTOPISTAS
La Policía de Los Ángeles decretó la prohibición de reuniones en el centro de la ciudad el domingo, y declaró el distrito cívico como zona de no congregación. Imágenes aéreas muestran calles desérticas patrulladas por vehículos policiales y tropas apostadas en intersecciones clave.
Durante el domingo por la tarde, decenas de manifestantes bloquearon una autopista durante más de una hora, lo que derivó en enfrentamientos con las fuerzas del orden. Al menos tres vehículos fueron incendiados y se reportaron 56 detenciones en dos días, según la policía. Tres agentes resultaron con heridas leves.
“Debemos defender a nuestro pueblo”, declaró a AFP una manifestante, hija de inmigrantes, que prefirió mantener el anonimato. Otros participantes denunciaron que las redadas se enfocan en personas que “ayudan a la comunidad” y hacen trabajos que “otros no quieren hacer”.
CRÍTICAS DESDE CALIFORNIA Y DEL GOBIERNO DE MÉXICO
La decisión de Trump de movilizar la Guardia Nacional sin el consentimiento del gobernador ha generado duras críticas. Gavin Newsom, gobernador de California, calificó la medida como “una seria ruptura de la soberanía estatal”. En su cuenta de X (antes Twitter), exigió: “Retiren la orden. Devuelvan el control a California”.
En una entrevista Newsom declaró: “El zar fronterizo de Trump amenaza con arrestarme por hablar abiertamente”.
Ven a buscarme, chico duro. Me importa un carajo. No me impedirá defender a California.
Trump’s border czar is threatening to arrest me for speaking out.
Come and get me, tough guy.
I don’t give a damn.
It won’t stop me from standing up for California.pic.twitter.com/DvVQljAgir
— Gavin Newsom (@GavinNewsom) June 9, 2025
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, también reaccionó al operativo. Confirmó la detención de 35 ciudadanos mexicanos durante las redadas y condenó la criminalización de los migrantes.
#EnLaMañanera | “Llamamos a la comunidad mexicana a actuar de manera pacífica y no caer en provocaciones”: la presidenta Claudia Sheinbaum envía mensaje por las protestas migrantes que se han suscitado en la ciudad de Los Ángeles, donde se han registrado arrestos de mexicanos pic.twitter.com/ss5Wmr7oI8
— El Financiero (@ElFinanciero_Mx) June 9, 2025
“Los mexicanos que viven en Estados Unidos son hombres y mujeres de bien. ¡No son criminales!”, afirmó.
SAN FRANCISCO Y OTRAS CIUDADES TAMBIÉN PROTESTAN
Las movilizaciones no se limitan a Los Ángeles. En San Francisco, la policía detuvo a unas 60 personas el domingo durante manifestaciones similares. La ola de protestas refleja el rechazo creciente a la política migratoria de Trump, uno de los pilares de su segundo mandato.
Opositores sostienen que la movilización de tropas es una estrategia para intimidar a comunidades migrantes y desincentivar la protesta. Para Jason García, un exmilitar de 39 años, la presencia de soldados en las calles es “alarmante” y puede provocar una “escalada” de violencia.
APOYO REPUBLICANO AL DESPLIEGUE MILITAR
Pese a las críticas, legisladores republicanos han cerrado filas con Trump. Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes, respaldó incluso el uso de infantes de marina en servicio activo. Por su parte, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, defendió en CBS que la Guardia Nacional está “entrenada específicamente para este tipo de situaciones multitudinarias”.
El despliegue de fuerzas militares en territorio nacional para controlar manifestaciones civiles genera una creciente preocupación sobre el uso del poder federal en cuestiones de orden interno. La Casa Blanca insiste en que se trata de garantizar la seguridad pública, pero organizaciones de derechos civiles lo consideran un precedente peligroso.
Mientras tanto, el centro de Los Ángeles permanece bajo fuerte resguardo militar, y las comunidades migrantes enfrentan un clima de incertidumbre, vigilancia y temor. N
(Con información de agencias)