LOS PRODUCTORES de café son una pieza fundamental del sector de agricultores mexicanos que se dedican a satisfacer la demanda alimentaria y a complacer los paladares más exigentes. Gracias a su esfuerzo, con la floración de café inigualable han logrado posicionar a México como el decimoprimer productor a escala mundial.
A pesar de la visibilidad que han ganado para nuestro país en un mercado altamente competitivo a nivel mundial, poco se conoce de los miles de mujeres productoras detrás de este éxito y que sostienen a este sector, por eso es momento de traerlas al centro de la conversación.
Las mujeres productoras agrícolas enfrentan obstáculos particulares, como la falta de acceso a la tierra, financiamiento, mercados, capacitación y educación, lo que las pone en una desventaja significativa en toda la cadena de producción de esta semilla.
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En la producción de café se cuenta con un 70 por ciento de mano de obra conformada por mujeres; sin embargo, solo un 30 por ciento de las fincas son operadas por ellas, y, en general, las agricultoras tienen menor acceso a los recursos como la tierra, el crédito y la información.
Según la FAO, asegurar los derechos y el control de la tierra para las mujeres es clave para impulsar su productividad, desarrollo rural y seguridad alimentaria de sus comunidades. Para el Banco Mundial, el acceso a la tierra también puede elevar el estatus de la mujer y mejorar su poder de negociación en las familias y comunidades, lo que aumenta el bienestar a nivel del hogar.
Por esta razón, es más importante que nunca visibilizar el rol de cada mujer que sobresale en su comunidad, inspira y empuja a la formación de nuevos liderazgos femeninos en la industria. Elvira Trejo, Martina Luna y María Teresa Hernández son historias de éxito referentes que permiten desarrollar nuevas narrativas de empoderamiento en el campo, y me gustaría contarte sobre ellas.
ELVIRA TREJO, UNA CHIAPANECA CON ALTURA
A 1,800 metros de altura, en el municipio de Yajalón, Chiapas, se encuentra la finca San Juan del Vesubio, de la señora Elvira Trejo, quien fue la encargada de reactivar la ruta del café de la finca, heredada por sus bisabuelos a sus padres, desde hace un par de años.
Su apuesta en el sector es dar a conocer que las mujeres conforman el mundo del café, ya que reconoce el acceso desigual que ha enfrentado. La caficultora reconoce que los certámenes en los que ha participado, como el Yara Champion Coffee, del cual ha sido ganadora de la taza de plata (dos veces consecutivas), le han permitido tener un mejor posicionamiento en el mercado.
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Actualmente su hija Georgina se encarga de la comercialización de su café, con variedad bourbon, que busca transmitir el espíritu y la pasión entregada en cada selección de cerezas. Su compromiso se centra en satisfacer el paladar más exigente, con los sabores acaramelados y afrutados de esta variedad, ya que sabe que como mujeres cuentan con la sensibilidad y capacidad para lograr sus objetivos trazados.
RESISTENCIA VERACRUZANA: PRODUCCIÓN DE CAFÉ DE ESPECIALIDAD
Para Marisela Sampieri, la producción del café de especialidad en la zona montañosa central de Zentla, Veracruz, ha sido un acto de resistencia familiar ante la baja mundial de precios del café en el mercado. Con el café de especialidad, los distintos productores veracruzanos han podido colocar sus cultivos a un mejor precio, ya que este se posiciona por su calidad en cuanto a sabor, cuerpo y aroma que los convierte en los favoritos de los consumidores más selectos.
La caficultora encuentra en su trabajo diario una labor de liderazgo y empoderamiento, ya que a través de este puede emplear de manera directa a diez familias, y en tiempo de cosecha, a entre 80 y 90 personas, con su marca Finca Seven Hills.
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Marisela reconoce que el proceso de creación de un café de especialidad requiere del cuidado riguroso del riego, uso de fertilizantes y nutrientes que permiten una mejor cosecha. Con la obtención del reconocimiento de la taza de bronce en la tercera edición del concurso nacional de taza logró vender su café a un mejor precio, lo cual la inspira e impulsa a seguir capacitándose para continuar trabajando en la mejora de su café, distinguido en 2018 por el Yara Champion Coffee por su sabor tan único a tamarindo y piloncillo.
DE LA CAPITAL MEXICANA DEL CAFÉ: LA JUEZA Y CATADORA Q GRADER
María Teresa Hernández ha sido catadora de café desde 1999. Por su experiencia y conocimiento en toda la cadena de producción del café ha participado y representado a México en distintos eventos como la Conferencia Mundial del Café en la Ciudad de Guatemala, la Specialty Coffee Asociation of Europe (SCAE) en Londres, Inglaterra, y en el Evento Madrid Fusión.
Gracias a su amplio recorrido en el mundo, la veracruzana reconoce que la falta de representación femenina en la industria cafetalera se debe al peso de la tradición y las costumbres de las comunidades en las que las mujeres no tenían acceso a tomar decisiones sobre la tierra. Para ella, la capacitación es una herramienta clave que, a la par de los certámenes y de los espacios educativos, brindan a las mujeres las mismas oportunidades para lograr su empoderamiento y liderazgo.
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Estas historias de éxito representan el esfuerzo de mujeres mexicanas por afrontar las adversidades sociales y ambientales para encontrar en el agro un futuro rentable e incluyente.
Visibilizar el esfuerzo de cada mujer que sobresale en su comunidad es una necesidad que inspira y empuja a la formación de nuevos liderazgos femeninos en el sector. Desde la iniciativa privada queremos hacer visible su participación, ya que, acorde con datos de la International Coffee Organization, cerrar la brecha de género podría lograr la producción de 30,000 millones más de tazas de café por año. N
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Liz Gómez es gerente comercial de la Zona Sur para Yara México. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad de la autora.