LA PRIMERA audiencia del mayor juicio por corrupción y malversación en la historia del Vaticano dio inicio este martes en una sala de los Museos Vaticanos, donde va a comparecer por primera vez como imputado un cardenal, el italiano Angelo Becciu.
“En la sala, acondicionada para la ocasión, el purpurado, que ocupó el cargo de Sustituto de la Secretaría de Estado entre 2011 y 2018, será juzgado junto con un grupo de nueve acusados, entre empresarios y funcionarios de la Curia Romana.
“El tribunal, presidido por el ex juez antimafia italiano Giuseppe Pignatone, tendrá la tarea de determinar si la Santa Sede fue defraudada por un grupo de empresarios o si se trató más de un sistema de corrupción interna liderado por jerarcas de la Iglesia”, informó AFP.
Los acusados se enfrentan a varios años de prisión por fraude, malversación de fondos, extorsión, blanqueo de dinero y abuso de poder en un escándalo que incluye complicidades con el espionaje, paraísos fiscales y que ha generado un agujero de millones de euros en las cuentas vaticanas.
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El caso también representa un descontrol en las finanzas vaticanas, por lo que el papa Francisco tuvo que iniciar una reforma interna.
La Santa Sede, que terminó por registrar pérdidas bursátiles, “no tenía la capacidad para controlar tales inversiones, por lo que decidió cuatro años más tarde, a finales de 2018, poner fin a esa alianza.
“Para ello, eligió como nuevo intermediario a Gianluigi Torzi, quien negoció la salida de Raffaele Mincione, indemnizándolo con 40 millones de libras esterlinas (55 millones de dólares) y modificando el acuerdo financiero para que el Vaticano finalmente se convirtiera en el único dueño del edificio”.
Entre otros aspectos, el juicio abordará también los pagos que la Secretaría de Estado y la Conferencia Episcopal italiana otorgaron por orden del cardenal a varias empresas de propiedad de uno de sus hermanos. N
Con información de AFP