EL PAPA Francisco reforzó su cruzada contra la corrupción dentro del Vaticano al aprobar este jueves nuevas leyes para los funcionarios y eclesiásticos que trabajan para la Curia Romana.
A través de un “motu proprio”, un documento papal, Francisco exige que tanto directivos como personal administrativo que trabajan en la administración de la Iglesia declaren que no tienen condenas ni investigaciones por terrorismo, lavado de dinero o evasión fiscal.
Igualmente no podrán tener activos en paraísos fiscales ni invertir en empresas que operen “en contra de la doctrina de la Iglesia”, reza el texto. “Está prohibido que todos los empleados acepten regalos por un valor superior a 40 euros”, subraya el documento.
También se expresa que el personal no podrá estar relacionado con explotación de menores, formas de tráfico o explotación de seres humanos, evasión o elusión fiscal.
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“Que no poseen, ni siquiera a través de terceros, dinero en efectivo o inversiones, incluidas las participaciones o intereses de cualquier tipo en empresas y negocios, en países incluidos en la lista de jurisdicciones con alto riesgo de blanqueo de capitales o de financiación del terrorismo, identificados según procedimiento de la Autoridad de Vigilancia e Información Financiera, salvo que el declarante o sus familiares hasta el tercer grado de parentesco residan en dichos países o hayan establecido su domicilio en ellos por demostradas razones familiares, laborales o de estudios”.
El papa argentino se ha comprometido a reformar las finanzas del Vaticano, escenario de numerosos escándalos por controvertidas inversiones y garantizar la transparencia de sus operaciones y funcionarios.
Es así como tanto los prelados como los laicos deberán firmar una declaración asegurando que no han sido objeto de condenas, ni de juicios o investigaciones penales por corrupción, fraude, terrorismo, blanqueo de capitales, explotación de menores o incluso evasión fiscal.
Estas personas tampoco podrán tener cuentas en efectivo o inversiones en países de alto riesgo por lavado de activos o financiamiento del terrorismo, en paraísos fiscales o participaciones en empresas que operan “contra la doctrina social de la iglesia”, precisa el texto.
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La secretaría de Economía “podrá realizar comprobaciones sobre la veracidad de las declaraciones realizadas por los declarantes, y la Santa Sede, en caso de declaraciones falsas, podrá despedir al empleado y reclamar los daños y perjuicios sufridos”, advierte el papa.
“Tendrán que firmar una declaración en el momento de la contratación y después cada dos años”, añade el documento firmado por el pontífice.
Las nuevas reglas han sido tomadas tras las decididas el 19 de mayo de 2020, cuando Francisco promulgó el nuevo código de contratación pública, tras considerar que era necesario, “porque la corrupción puede manifestarse en diferentes modalidades y formas”, recuerda.
“La Santa Sede, al adherirse a la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (Convención de Mérida), ha decidido adecuarse a las mejores prácticas para prevenir y combatir la corrupción en sus diversas formas”, indica el documento.
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VENEZUELA
Este jueves, el papa Francisco también se manifestó en contra de toda “intervención de afuera” en Venezuela en un videomensaje enviado con ocasión de la beatificación del médico José Gregorio Hernández, en el que pide “reconciliación” y “unidad” a los venezolanos.
“Pido que, entre todos, recuperemos esa Venezuela en la que todos sepan que caben, en la que todos pueden encontrar un futuro. Y pido al Señor que ninguna intervención de afuera les impida caminar este camino de unidad nacional”, dijo el pontífice argentino.
Un día antes las autoridades de Venezuela renovaron el miércoles sus quejas contra el presidente colombiano, Iván Duque, a quien Caracas acusa de secundar al gobierno de Estados Unidos en presuntos planes para derrocar al mandatario Nicolás Maduro.
En su mensaje, cuyo texto en español fue divulgado por la oficina de prensa del Vaticano, el papa recuerda la figura del nuevo beato, conocido en casi toda América Latina, por haber dedicado su vida como médico a los pobres y enfermos, a los que sufren, sin distinción.
El llamado “médico de los pobres”, venerado como un santo en Venezuela, será beatificado el viernes en una pequeña ceremonia en Caracas debido a la pandemia del covid-19.
“Ruego, queridos hermanos y hermanas, que el nuevo beato inspire, en particular, a todos los dirigentes, a todos: sindicales, académicos, políticos, empresariales, religiosos, a todos, universitarios, y a otros, a desempeñarse seriamente en el logro de una unidad operativa”, dijo el papa.
“Busquemos el camino de la unidad nacional, y eso por el bien de Venezuela”, añadió.
JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD
En otras actividades, el papa Francisco también tiene la intención de viajar al santuario portugués de Fátima con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en Lisboa en agosto de 2023, anunció el obispo de Fátima.
“El Santo Padre me ha expresado su voluntad de, en esa ocasión, peregrinar a Fátima”, declaró el cardenal Antonio Marto, tras una audiencia con el pontífice en el Vaticano, según un comunicado difundido por su diócesis.
El pasado abril, el Vaticano anunció que debido a la pandemia se aplazaba un año la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), una cita mundial para los jóvenes católicos instaurada por Juan Pablo II y que normalmente se celebra cada tres años.
De 85 años, el papa argentino viaja muy poco a causa de la crisis sanitaria pero ya se proyecta hasta 2023. N