El gobernador Jaime Bonilla evadió hoy informar sobre las obras de infraestructura a las que destinará parte de los 3 mil millones de pesos del nuevo crédito que aprobó el Congreso del Estado y con el que endeudó a Baja California por 20 años.
“Ya lo dije, no sé para qué está buscando, si ya tiene la respuesta”, respondió a la pregunta de el tipo de obra que deberá realizar con el dinero del nuevo endeudamiento.
“Mencionó obras, pero no el tipo de obras”, se le observó. “Jajaja, no sabe qué tipo de obras”, fue su respuesta.
Aunque Bonilla se comprometió a responder al concluir un recorrido que realizó este martes entre adultos mayores que hacían fila para recibir la vacuna contra Covid19, no cumplió y esquivó atender la entrevista.
El 21 de abril la mayoría de los diputados aprobaron la solicitud de endeudamiento enviada por Bonilla Valdez a la XXIII Legislatura del Congreso del Estado, a través del dictamen 175.
De acuerdo al documento, el destino del nuevo empréstito será “sufragar partidas de inversión pública productiva en el presente ejercicio fiscal, se liberen flujos para disminuir la toma de créditos de corto plazo, y/o se canalizan a importantes obras públicas que mejoren los servicios públicos y la infraestructura local, beneficiando a futuras administraciones”.
El dictamen estipula como destino obras de infraestructura para salud, educación, infraestructura hídrica, de carreteras, social y urbana, movilidad, acondicionamiento de edificios públicos e infraestructura y equipamiento para seguridad pública, pero no detalla proyectos específicos.
Pero ni el dictamen ni el gobernador especificaron las obras en las que se invertirá.
El dictamen también establece que las inversiones público productivas a desarrollarse deberán estar descritas en contratos de crédito que documenten el financiamiento autorizado.
A la fecha, los diputados desconocen el uso que el gobierno de Jaime Bonilla dará a los 3 mil millones de pesos que le fueron autorizados hace una semana.
De los 25 legisladores, uno se abstuvo y cinco emitieron su voto en contra, entre ellos el diputado Víctor Morán, quien subrayó que el dictamen avalado por la mayoría de Morena y los partidos aliados (PVEM y PT) no era claro.
“No está claro hacia dónde se va ese dinero público”, señaló Víctor Morán, uno de los diputados que votaron en contra de la nueva deuda que contraerá Bonilla.
Bonilla recibió la administración con una deuda superior a los 33 mil millones de pesos, la cual refinanció en diciembre de 2019, indicó Morán.
“Para ese refinanciamiento le autorizamos 12 mil millones de pesos a los que ahora habrá de sumar los 3 mil millones de pesos, 15 mil millones de pesos en menos de dos años, sin que el monto de la deuda pública haya disminuido mucho y sin que el beneficio de la reestructura se vea traducido en obra pública, como lo prometió”, concluyó Morán.