LA FBI alertó el lunes a otras agencias gubernamentales que los partidarios de QAnon discutieron actuar como soldados de la Guardia Nacional en Washington para intentar infiltrarse en la toma de posesión del presidente electo Joe Biden, publicó The Washington Post.
“En un informe de inteligencia obtenido por el Post, dijo que monitoreaba a las personas que descargaban mapas de áreas sensibles alrededor de Washington y hablaban sobre cómo esas ubicaciones podrían utilizarse para penetrar la seguridad”, informó el mismo medio.
También dio a conocer que el informe de inteligencia advirtió que los miembros de QAnon y los “lobos solitarios” planean viajar a Washington para la ceremonia de juramentación de Biden el miércoles.
“Pero el informe de inteligencia no identificó ningún complot específico para atacar los eventos inaugurales”, dijo el Post.
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La FBI también detectó “tráfico sospechoso” en los sistemas de comunicación utilizados por algunos participantes en el ataque al Capitolio del 6 de enero, pero “nada que indique una acción específica”, según el Post.
El periódico dijo que FBI se negó a “caracterizar la credibilidad o gravedad de las amenazas que describió” en su informe.
La FBI señaló a CNN los comentarios hechos por el director de la agencia, Christopher Wray, en los que dijo que se está monitoreando una “gran cantidad de conversaciones en línea” en torno a la inauguración y señaló que “se está tratando de distinguir lo que es aspiracional y lo que es potencial “.
“Estamos monitoreando todas las pistas entrantes, ya sean llamadas a protestas armadas, amenazas potenciales que surgen de la violación del Capitolio el 6 de enero u otros tipos de amenazas potenciales que conducen a eventos inaugurales y varios otros objetivos”, dijo Wray.
El Servicio Secreto dijo al Post que “toma todas las amenazas en serio y continuará trabajando con nuestros socios federales, estatales, locales y militares para continuar asegurando la 59a Inauguración basada en la inteligencia relevante disponible para la comunidad de seguridad”.
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Son aproximadamente 25,000 miembros de la Guardia Nacional que continúan llegando a Washington desde todo el país, lo que significa un número dos veces mayor al que ha resguardado las inauguraciones anteriores. Y mientras el ejército revisa rutinariamente a los miembros del servicio en busca de conexiones extremistas, la investigación de la FBI se suma al monitoreo.
En una situación como esta, la investigación de la FBI implica pasar los nombres de las personas a través de bases de datos y listas de vigilancia mantenidas por la oficina para ver si surge algo alarmante. Eso podría incluir la participación en investigaciones anteriores o preocupaciones relacionadas con el terrorismo, dijo David Gómez, ex supervisor de seguridad nacional del FBI en Seattle. N
