LA ORGANIZACIÓN internacional de ayuda humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) aumentó su respuesta médica a la emergencia en Honduras tras el paso de los huracanes Eta e Iota, donde más de 250,000 personas tienen acceso limitado a los servicios de salud.
En el país centroamericano, donde los huracanes dejaron al menos 94 muertos y 4 millones de damnificados, alrededor del 50 por ciento de los centros de salud continúan cerrados, dañados o presentan dificultades para brindar sus servicios.
Según un comunicado de MSF, estos desastres naturales han generado una crisis humanitaria comparable con la del huracán Mitch, en la que 123 centros de salud fueron afectados y 100,000 personas dejaron de tener acceso a salud, en 1998.
También lee: Llueve sobre mojado en Honduras: el devastador impacto de los huracanes ‘Eta’ e ‘Iota’
“La crisis humanitaria que Honduras vive hoy se suma, además, a la de varias emergencias olvidadas e invisibles, como la violencia sexual que requiere una respuesta médica prioritaria o la atención en salud mental que es insuficiente o en muchos lugares inexistentes”, aseguró Juan Carlos Arteaga, coordinador de proyecto de MSF en Choloma.
Durante más de un mes de asistencia a los afectados por los huracanes Eta e Iota en Choloma, departamento de Cortés, el organismo internacional ha atendido a más de 4,000 personas y brindado 2,087 consultas médicas generales, en las que se han identificado enfermedades de la piel, traumatismos físicos, infecciones respiratorias y pacientes con enfermedades crónicas que han suspendido su tratamiento.
También las personas atendidas presentan síntomas relacionados con el estrés agudo, la ansiedad y el duelo, según un reporte de MSF titulado Honduras: un llamado para una crisis humanitaria.
Los equipos de ayuda humanitaria han realizado atenciones médicas, psicológicas y de promoción de la salud en más de 190 albergues, ubicados en las zonas más afectadas por los huracanes.
Igualmente, han atendido a 13 sobrevivientes de violencia sexual, 11 de estos casos son anteriores a los huracanes y dos corresponden a violencia dentro de los albergues.
“Estas cifras son solo la punta del iceberg de la violencia basada en género. En un contexto de doble emergencia sanitaria como en el que estamos, por la pandemia de COVID-19, hacemos un llamado a las autoridades para que la violencia sexual sea tratada como una emergencia médica, manifestó Arteaga.
No te pierdas: Los huracanes se mantienen más fuertes al tocar tierra debido al calentamiento global
Además, según dijo el coordinador de proyecto de MSF en Choloma, “es necesario que se apruebe el Protocolo de Atención Integral a Víctimas y Sobrevivientes de Violencia Sexual para que los y las sobrevivientes puedan recibir la atención médica adecuada”.
En el mismo sentido, ante las agudas y urgentes necesidades humanitarias actuales en Honduras, MSF hizo un llamado a la comunidad internacional para incrementar la respuesta de emergencia, reforzar el trabajo coordinado para mejorar las condiciones de agua y saneamiento de los albergues y asegurar que los recursos asignados a la respuesta contemplen la reestructuración del sistema de salud y la vigilancia sanitaria frente a los brotes de enfermedades vectoriales y causadas por la falta de acceso a agua potable. N