La producción de la serie de televisión “Truth Be Told”, omitió informar a los actores y trabajadores del programa que contrató a un médico sin licencia para realizar las pruebas de COVID-19 en el set.
El programa, que se transmite por AppleTV+, cuenta con la participación de las estrellas Octavia Spencer y Kate Hudson, quien al igual que el resto del staff, no se les informó que el médico en el set, Lucas Furst era un ex vendedor de sushi que no contaba con licencia para ejercer la medicina en California.
La compañía Endeavour Content, parte de la famosa agencia de talentos William Morris Endeavour, que produce “Truth Be Told”, contrató a la empresa de Furst en septiembre para que enviara a profesionales de la salud al set para realizar pruebas de COVID-19. El personal de la compañía examinó a todos durante dos meses, algunos incluso a diario.
Endeavour despidió a Furst el 17 de noviembre. El nuevo equipo médico que lo reemplazó descubrió que un actor al que había autorizado a trabajar 24 horas antes, sin ninguna prueba, dio positivo por COVID-19.
Debido a que Furst se graduó de la Facultad de Medicina de la Universidad Xavier en la isla caribeña de Bonaire en 2009, tiene derecho a llamarse a sí mismo médico y agregar las iniciales “MD” (Medicinae Doctor) a su nombre.
El sitio web de la escuela todavía muestra una foto de graduación que incluye a Furst y sus 12 compañeros de clase. Pero Furst nunca ha tenido una licencia médica activa, según lo admitió durante una entrevista en 2019 para un trabajo secretarial.
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El productor de cine Matty Beckerman, su socio comercial en Medical Placement Association, le dijo al portal de Zenger News que Furst nunca obtuvo una licencia. Él no respondió a las reiteradas solicitudes de entrevista.
Endeavour no ha revelado el motivo del despido de Furst. Manny Rodríguez, vicepresidente de salud y seguridad de producción de Endeavour, no respondió a las llamadas, correos electrónicos y mensajes de texto de Zenger en busca de una explicación. Los publicistas y agentes que trabajan para Spencer y Hudson tampoco respondieron a múltiples mensajes en busca de alguna declaración.
NO HUBO IRREGULARIDADES
Beckerman, socio cofundador de Furst en la Medical Placement Association, niega cualquier irregularidad por parte de Furst o su empresa y le dijo a Zenger que las acusaciones de que Furst actuó de manera inapropiada “no son ciertas en absoluto”.
Furst “no practicaba la medicina en el set”, sino que sólo tomaba muestras del elenco y del equipo para las pruebas de COVID-19, dijo Cathy Beckerman, ejecutiva de la Medical Placement Association, casada con Matty Beckerman.
La ley de California requiere que todas las pruebas destinadas a laboratorios se realicen bajo la supervisión de médicos con licencia estatal, lo que Furst no es. El señor Beckerman afirmó que un médico con licencia supervisó las pruebas de COVID-19 de su empresa. Sin embargo no nombró al médico. Un supervisor de One Lab LLC, un laboratorio comercial donde Furst entregó hisopos de pruebas COVID-19, confirmó que el “Dr. Lucas Furst, MD”, y ningún otro médico, figuraba allí como médico supervisor.
Furst y su empresa facturaron a Endeavour Content con casi 26 mil dólares por semana en costos fijos, según una copia del contrato revisado por Zenger. El costo semanal de las pruebas COVID-19 sumó hasta 150 mil dólares, según el mismo contrato.
Furst hizo apariciones frecuentes en Endeavour Content dentro de las instalaciones de Paramount. Apareció con uniforme quirúrgico en una presentación de PowerPoint creada por un consultor externo y distribuida por el personal de producción de Endeavor, que lo presentaba como el líder del “Equipo de Salud y Seguridad” de la producción.
En dicha presentación, se le describe como un “Director Médico en Jefe” que ha “trabajado dentro de los sistemas hospitalarios como médico de nivel superior”. La foto de perfil de Facebook más reciente de Furst lo mostraba posando frente a la puerta de la sala de emergencias de un hospital con un estetoscopio alrededor del cuello.
Furst se jactó en las instalaciones de Paramount de que había colocado un dispositivo stent en el cerebro de un niño en el Hospital de Niños de Los Ángeles. El Dr. Robert Adler, director médico del hospital, le dijo a Zenger que Furst nunca había realizado una cirugía cerebral pediátrica allí. “Para realizar una operación como esa, debe tener una licencia como cirujano neurológico”, dijo el Dr. Adler. Después de consultar con su personal, dijo: “No tenemos absolutamente ningún registro de Lucas Furst”.
Para ejercer la medicina legalmente en los Estados Unidos, un médico debe tener una licencia activa emitida por una junta médica en su estado o territorio. Las reglas de licencias de la Junta Médica de California aplican para médicos, asistentes médicos, enfermeras practicantes, enfermeras parteras y otros profesionales de la salud similares en Hollywood y el resto del estado.
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ACUSACIONES DE MALVERSACIÓN DE FONDOS
La producción de “Truth Be Told” estaba en marcha durante un punto álgido de la pandemia de COVID-19. Esta semana, el sur de California anunció una nueva ronda de cierres de negocios y otras medidas de seguridad ordenadas por los gobiernos estatales y locales.
El condado de Los Ángeles, que incluye a Hollywood, está experimentando una “fuerte aceleración de la transmisión de COVID-19 y aumento de hospitalizaciones”, según el departamento de salud pública del condado.
Para cuando Furst se convirtió en el líder del equipo de salud y seguridad de la serie “Truth Be Told” en septiembre, su currículum incluía una empresa de sushi en un tubo llamada Sushi Popper y una fallida clínica de desintoxicación, así como una deuda de 162 mil dólares en deuda de tarjetas de crédito, según su declaración de quiebra de 2012.
Varias demandas en Ohio y Nueva Jersey lo acusaron de malversar unos 800 mil dólares basándose en una confesión que Furst firmó en febrero de 2019 de que hizo “sustanciales distribuciones de fondos no autorizadas de manera secreta y fraudulenta” de la empresa Medical Training Group LLC. Los abogados de Furst luego afirmaron en un tribunal federal que había firmado la declaración bajo coacción. Las demandas parecen acercarse a un acuerdo.
LA OPORTUNIDAD PERFECTA
Antes de la pandemia de COVID-19, Furst y Matty Beckerman, que son primos, estaban en un punto bajo. La empresa de Furst para ayudar a estudiantes de medicina extranjeros a encontrar residencias médicas en Estados Unidos, se había visto envuelta durante mucho tiempo en demandas en las que otro socio comercial lo acusó de malversación de fondos. Además, las restricciones de viaje del presidente Trump dificultaron la visita de muchos estudiantes de medicina extranjeros al país.
Y sin ninguno de sus proyectos cinematográficos en producción, Beckerman buscó formas innovadoras de utilizar sus contactos en el estudio.
Pronto lo encontró. Después de que el gobernador de California, Gavin Newsom, cerró la producción de cine y televisión en marzo de 2020, los sindicatos de producción publicaron nuevos estándares mínimos de seguridad.
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Había comenzado la carrera para que los estudios encontraran médicos que aseguraran que podrían reabrir de manera segura. Dado que los estándares eran nuevos, ninguna empresa tenía un control sobre los contratos de los estudios, lo que creó una oportunidad para Beckerman y Furst.
Firmaron un acuerdo con Endeavour Content en septiembre de 2020 a través de Medical Placement Association, la compañía que formaron el 21 de marzo de 2019 en Delaware.
Dado que Endeavour Content estaba ansioso por reanudar la producción de la segunda temporada de la serie, las pruebas de COVID-19 en el set comenzaron en septiembre.
El amplio acuerdo de Medical Placement Association con Endeavour Content cubría la planificación de la salud y la seguridad, la logística de preproducción y el cumplimiento de las pautas sindicales, según el contrato revisado por Zenger. El acuerdo preveía hasta 1,000 pruebas de COVID-19 cada semana a un costo de alrededor de 150 mil dólares.
Furst y Beckerman podrían facturar 25,800 dólares adicionales por semana por personal y equipo, incluidos 15 mil dólares para operar en el set una Unidad de Salud y Seguridad ordenada por el sindicato.
Según el contrato, también se incluyeron 5 mil dólares para un supervisor de seguridad y salud; 2,750 dólares para capacitar al personal que realiza las pruebas; 1,560 dólares para “Monitores” encargados de hacer cumplir el distanciamiento social, y otros 1,560 dólares para limpiadores para esterilizar manijas de las puertas.
Beckerman y Furst también proporcionaron un menú de servicios a precios elevados. Por 300 mil dólares adicionales, Medical Placement Association ofreció a los productores de “Truth Be Told” un laboratorio móvil para entregar los resultados de las pruebas en seis horas o menos. La compañía de Beckerman y Furst también ofreció pruebas a domicilio a o en cualquier lugar del país, con entrega de resultados en 12-24 horas, por 550 a 750 dólares cada uno. No está claro cuántos de estos servicios adicionales utilizaron los productores, pero los costos de producción pronto se dispararon.
Endeavour Content despidió a Furst y a Medical Placement Association “abruptamente y sin explicación”, para evitar pagar “seis cifras” en facturas pendientes adeudadas a su empresa, dijo Cathy Beckerman.
Poco después de que Zenger contactara por primera vez con sus socios comerciales el 23 de noviembre, Furst eliminó las cuentas de redes sociales que daban vida a sus otros personajes. Sin embargo, aún está disponible su perfil de actuación y modelaje en ExploreTalent.com, un sitio web de audiciones de Hollywood donde afirma ser piloto, instructor de buceo y paracaidista.
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek