El presidente Donald Trump, de 74 años, llega a la recta final de la campaña marcado por su manejo de la pandemia, las protestas contra el racismo, el pago de impuestos y el trato hacia los migrantes, temas que podrían influir en la votación.
Cómo maneja de la pandemia
Estados Unidos es el país que ha confirmado más muertes a causa de la COVID-19 en el mundo, con 226,864 hasta el 28 de octubre, según la Universidad Johns Hopkins, y la respuesta de Trump ante la pandemia es uno de los principales puntos que influirá en los resultados del próximo 3 de noviembre.
Trump, que dio positivo a COVID-19 el 1 de octubre, dijo desde enero que la situación estaba “totalmente bajo control”. En declaraciones posteriores comparó a la enfermedad con una gripe, culpó al gobierno chino de la enfermedad, sugirió inyecciones de desinfectante –algo potencialmente peligroso–, se negó a cubrebocas y en repetidas ocasiones compartió desinformación sobre el virus.
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Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda los cierres y confinamientos para evitar contagios, la Casa Blanca se opuso a estas medidas desde el inicio de la pandemia. “La cura no puede ser peor que el problema en sí. Abran sus estados”, dijo Trump el 12 de octubre.
En cambio, el mandatario optó por potenciar la economía y en marzo firmó un estímulo de 2.2 billones de dólares que incluyó un cheque de 1,200 dólares para la mayoría de los adultos estadounidenses y 600 dólares adicionales a la semana para personas que perdieron su trabajo.
Sin embargo, la crisis destruyó 22 millones de empleos en el país. La mitad se recuperó, pero 8.4 millones de personas se mantienen en el desempleo, algunos aún con el beneficio de los subsidios públicos, otros sin derecho a ese dinero.
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El gobierno de Trump apuesta a contar con una vacuna antes de finales de que termine el año y ya implementó una logística para su distribución, una estrategia que llevó a decir al jefe de su gabinete, Mark Meadows, que el enfoque es mitigar la pandemia y no erradicar el virus.
“No vamos a controlar la pandemia. Vamos a controlar el hecho de recibir vacunas, tratamientos y otras mitigaciones”, comentó Meadows.
La labor del presidente ante la pandemia fue cuestionada duramente cuando se difundieron grabaciones del periodista Bob Woodward que exhiben cómo Trump sabía sobre la amenaza mortal del coronavirus semanas antes de la primera muerte en el país, pero dijo que minimizó públicamente el peligro para evitar sembrar “pánico”.
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Años sin pagar impuestos
Una investigación del diario The New York Times reveló que Trump solo pagó 750 dólares en impuestos en 2016 y 2017, y nada en 10 de los 15 años anteriores, datos que el mandatario que había negado a hacer públicos pese a la tradición de sus predecesores desde la década 1970.
Además de los cuestionamientos sobre la fiscalidad de sus empresas, el artículo destacó que los negocios del mandatario tienen deudas abultadas, lo que lastra la imagen de Trump y pone en duda su “instinto” para los negocios, algo de lo cual se vanagloria en su campaña.
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“Sus finanzas están bajo presión, con pérdidas operacionales y cientos de millones de dólares en deudas que deben pagarse y por las cuales él es el garante personal”, indicó The New York Times.
En Twitter, Trump denunció la publicación como “falsa” con afirmaciones “totalmente inventadas”. Además afirmó que tiene pocas deudas en relación al valor de los activos que posee y reiteró su negativa a publicar las cifras.
Postura ante el racismo
El racismo y la discriminación han entrado en la turbulenta campaña electoral de Estados Unidos, a través del movimiento “Black Lives Matter”, que demanda a los políticos terminar con las desigualdades.
Pese a la pandemia, la difusión del video en el que George Floyd, un hombre negro acusado de pagar con un billete falso, y que murió asfixiado bajo la rodilla de un policía blanco en Minneapolis, miles de personas marcharon en diferentes ciudades de Estados Unidos y varias de ellas terminaron en destrozos.
Desde entonces se retiraron de espacios públicos más de 100 monumentos y otros símbolos de la Confederación formada en 1861 por estados esclavistas.
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Aunque Trump lamentó la muerte de Floyd y firmó una orden ejecutiva para limitar el uso de la fuerza entre policías, criticó las protestas, envió a fuerzas policiales y pidió cárcel para las personas que destruyen estatuas.
El presidente republicano se ha resistido explícitamente a condenar a grupos nacionalistas blancos e incluso defendió a Kyle Rittenhouse, el joven acusado de matar a dos personas en una protesta contra el racismo en Kenosha.
Sobre los policías que disparan y causan la muerte de personas, dijo que son como jugadores de golf que se “atascan” y no consiguen hacer un putt. “Podrías ser policía durante 15 años y, de repente, te enfrentarán. Tienes un cuarto de segundo para tomar una decisión. Si no toma la decisión y se equivoca, está muerto”, dijo.
En tanto, el mandatario gana popularidad en movimientos de extrema derecha como Proud Boys, a quien Trump se negó a condenar en un debate contra Biden o QAnon, que defiende la idea de que el presidente de Estados Unidos está librando una guerra secreta contra una secta liberal global formada por pedófilos satanistas.
Niños migrantes en jaulas y el fracaso del muro
Desde 2016, parte de la campaña de Trump se centró en frenar la migración irregular hacia Estados Unidos construyendo un muro en la frontera sur que pagaría México y tomando duras medidas contra las personas que crucen. Sin embargo, a pesar de que se redujo el número de ingresos al país, las acciones generaron varias denuncias.
El plan de “tolerancia cero” de Trump implicó la separación de cerca de 2,700 niños de sus padres, muchos de los cuales terminaron durmiendo en jaulas, y hasta la fecha todavía hay 545 menores alejados de sus progenitores, según la ACLU.
También se impulsó el programa “Quédate en México”, por el cual los solicitantes de asilo llegados a la frontera sur del país deben esperar en México la resolución de sus casos. Además, amenazó al país con imponer aranceles si no frenaba el flujo de migrantes.
En el caso del muro, a cuatro años de mandato Trump no ha conseguido los recursos necesarios para su construcción.
Juicio político
Uno de los momentos que han marcado la gestión de Donald Trump es el juicio político en su contra que impulsaron los demócratas, quienes lo acusaron de abuso de poder y obstrucción de la justicia, aunque finalmente fue absuelto.
El 5 de febrero, después de dos semanas de juicio en el senado, los republicanos se impusieron y bloquearon la destitución del presidente. Sin embargo, se convirtió en la historia de Estados Unidos en ser sometido a un proceso de tal magnitud.
El ‘impeachment’ empezó luego de que se diera a conocer una llamada que hizo Trump para convencer a Ucrania de desprestigiar a Biden, a cambio de entregar ayuda militar, crucial para este país en conflicto armado con Rusia.